Un espejo en la puerta para ampliar visualmente el espacio disponible

Coloque un elemento que haga tope para evitar romper la luna si se abre bruscamente
Por EROSKI Consumer 2 de agosto de 2004

Colocar un espejo de grandes dimensiones en la puerta de una habitación puede agrandarla visualmente y, si se tiene un armario cerca, se puede disponer de un agradable vestidor. Evidentemente esta instalación no se puede realizar en cualquier tipo de puerta. Lo mejor es que sea una hoja sin molduras y vieja. Si las puertas son de madera maciza es preferible colocar el espejo en la pared.

Mida el alto de la puerta, el ancho podrá ser desde el final del tirador hasta el marco, y solicite a un cristalero un espejo de las dimensiones deseadas. Retire los restos de pintura o barniz de la puerta lijando y decapándola. Pinte la puerta por la parte exterior, los laterales y hasta la anchura que le marque el tirador. Aplique dos capas, barnice con un barniz incoloro y atornille el tirador y la cerradura si está decorando la puerta principal.

Pegue el espejo, que puede haberlo encargado autoadhesivo, empleando un adhesivo para montaje. Aplíquelo en el espejo y en la puerta. Luego espere a que este casi seco. Para ello lo mejor es seguir las indicaciones del fabricante. Después haga presión para ambas partes se unan bien.

Ponga tras la puerta un elemento que haga tope para evitar que se golpee el espejo, asimismo recuerde no colocar tras ella objetos duros o con aristas que puedan romper la luna si se abre bruscamente.

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