Un truco para limpiar las hojas pilosas o aterciopeladas

Un pincel y mucha paciencia para eliminar el polvo del follaje
Por EROSKI Consumer 3 de septiembre de 2003

Las plantas, aunque sean de interior, necesitan ser limpiadas cada cierto tiempo puesto que no son ajenas al polvo y a las impurezas que hay en el ambiente. Estas partículas se van posando en sus hojas y pueden ser especialmente dañinas por que, a la postre, lo que están provocando es la obstrucción de los poros de respiración de la propia planta.

Para evitar que las plantas sufran estos problemas de transpiración es conveniente dedicarles periódicamente un tiempo para limpiar sus hojas. Esto es relativamente sencillo en la mayoría de los diferentes ejemplares, pero hay que prestar especial atención a aquellas variedades cuyo follaje es aterciopelado o piloso.

Obviamente, para las plantas con hojas de estas características también es vital una higiene, pero naturalmente ésta es recomendable que sea más cuidadosa para que no se dañe el follaje y a la vez sea efectiva. Para retirar el polvo y las impurezas, en estos casos, es aconsejable la utilización de un pincel plano del número 5 ó 6, de cerdas suaves, después habrá que mojarlo en agua y armarse de paciencia para ir limpiando hoja por hoja.

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