Una planta de grandes hojas lanceoladas, el lino de Nueva Zelanda

Su principal enemigo son las cochinillas
Por EROSKI Consumer 16 de octubre de 2006

El formio, o lino de Nueva Zelanda, es una planta de lento crecimiento bastante resistente, capaz de aguantar ligeras heladas. Sus características hojas lanceoladas pueden alcanzar hasta tres metros de longitud, algo que se debe tener muy en cuenta antes de seleccionar cuál será su ubicación más adecuada.

Perteneciente a la familia de las agaváceas, crece siempre desde un punto común y de un rizoma. Se cultiva como planta textil, ya que de sus hojas se extraen fibras, de ahí su sobrenombre de lino de Nueva Zelanda.

Puede utilizarse junto con alguna palmera para dotar de un aspecto tropical a alguna parte del jardín, incluso ubicar el formio junto a los estanques como si de una planta de orilla se tratara.

A pesar de su mencionada resistencia es un ejemplar muy propenso a sufrir ataques por parte de la cochinilla. Este insecto se instala en la base de las hojas y segrega una sustancia blanquecina y cerosa que, en grandes cantidades, puede restar vigor a la planta y provocar su muerte. Por este motivo deberá vigilar la aparición de esta pasta, retirarla y tomar las medidas preventivas para evitar que la plaga continúe y se propague.

El formio tolera ubicaciones sombrías y soleadas, por lo que resulta muy efectivo colocarlo en lugares soleados y de paso, donde podrá apreciar su gran belleza. Debe ser regado en abundancia desde la primavera hasta el final del verano, aunque, debido a su particular resistencia, aguantará ligeras sequías.

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