Discotecas, bares y terrazas se abarrotan estos días de jóvenes que disfrutan de sus vacaciones de verano, pero que en muchas ocasiones se encuentran con problemas. Así, el derecho de admisión y los precios abusivos de las bebidas, son las principales quejas que reciben las asociaciones de consumidores relacionadas con estos locales. También son habituales las referidas al ruido excesivo y a la falta de seguridad.
El incumplimiento del derecho de admisión genera los casos más conflictivos. Un real decreto de 1982 establece que sólo se podrá restringir la entrada por actitudes xenófobas, violentas o cualquier otra razón que pueda poner en peligro la seguridad del local y la de su público. Sin embargo, desde la Asociación de Discotecas de la Comunidad de Madrid afirman que estos establecimientos son privados, aunque su afluencia sea pública, por lo que se reservan la capacidad de ampliar los criterios para permitir o no el acceso.
El tipo de vestimenta suele ser el criterio de selección más frecuente. En muchos casos, suele prohibirse llevar botas o zapatillas deportivas y se prefieren las camisas a las camisetas. En este sentido, la Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) considera que ninguno de estos motivos son justificables desde el punto de vista legal, ya que ni son «objetivos ni violan la integridad del local».
Por su parte, la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Andalucía (FACUA), critica la actitud xenófoba y discriminatoria de algunos porteros de discotecas, que nada tiene que ver con los criterios de «selección del personal» que accede. «Es precisamente esta actitud la causa de que el cliente opte muchas veces por no denunciar cualquier problema que le surja», señala FACUA. Tanto empresarios de discotecas como asociaciones de consumidores aconsejan a los usuarios que no tengan miedo a defender sus derechos y soliciten hojas de reclamaciones. Además, en caso de que éstas les sean negadas, instan a que lo denuncien ante la Policía municipal.
La otra queja más habitual es la de los precios abusivos de las bebidas, los cuales no están sujetos a ninguna limitación ajena a las leyes del mercado. Al respecto, las asociaciones de consumidores afirman que el problema está en la falta de información, que favorece los timos y las ofertas engañosas. Por ello, desde 2001, un decreto hace obligatorio que la lista de precios figure en un lugar bien visible del local.
Las asociaciones advierten asimismo de técnicas de marketing como los pases gratuitos para chicas, que sirven de gancho para los hombres que las acompañan y que además tienen un claro carácter sexista.
