Si ayer informábamos de que el Gobierno se estaba planteando gravar con un impuesto los teléfonos móviles, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, confirmó ayer que también se está estudiando crear un gravamen sobre las antenas. El ministro dijo que se estudian «diferentes fórmulas» y las corporaciones locales, añadió, podrían participar «en el impuesto de las antenas de difusión de telefonía».
El ministro se refirió al uso del espacio de la telefonía móvil y al hecho de que ello pueda beneficiar las finanzas de los ayuntamientos; una idea aún «en estudio», dijo, tras añadir que se trata de «un proyecto embrionario en fase de definir».
En cualquier caso, «siempre tendremos que pagar impuestos», dijo Montoro, quien matizó que se pueden eliminar aquellos que «obstaculizan el crecimiento económico, la creación de riqueza y sobre todo la creación de empleo». Y eso es «lo que está haciendo el impuesto de actividades económicas», aseguró.
Por tanto, «hay que suprimirlo para la gran mayoría de contribuyentes y luego promover nuevas formas de financiación no gravosas y que permitan que los ayuntamientos acometan sus actividades ordinarias».
Las declaraciones del ministro se producen después de la polémica suscitada en torno a la instalación generalizada de antenas de telefonía móvil por todo el territorio nacional, que ha dado lugar a una investigación ante la posibilidad de las ondas electromagnéticas pudieran haber sido la causa de casos de cáncer y otras enfermedades.