Cambios en el cálculo del IPC

El Instituto Nacional de Estadística publica puntualmente cada mes el Índice de Precios de Consumo, indicador de referencia para conocer la inflación. En el año 2001 se cambió su método de cálculo, a continuación veremos las variaciones más significativas.
Por EROSKI Consumer 7 de mayo de 2003

El Índice de Precios de Consumo es un valor que calcula y publica mensualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este índice se utiliza para conocer la evolución de los precios. Se calculan datos no sólo para el conjunto de España, si no también para las comunidades autónomas y provincias, así se obtienen resultados comparables entre sí, lo que permite estudiar la evolución por territorios y a nivel global de los precios de los productos y el consumo de las familias.

El IPC es uno de los índices que se toman como referencia para medir la inflación.

Para calcular el IPC se procesan los precios de una serie de artículos y servicios representativos. En este estudio no entran las operaciones de gasto relativas al autoconsumo (prestación gratuita de bienes o servicios), los servicios públicos subvencionados (sanidad o educación, por ejemplo) y las adquisiciones inmobiliarias.

Se trata de un índice ponderado, esto quiere decir que cuando se calcula el gasto en un artículo se tiene en cuenta el gasto total. Así los precios obtenidos son relativos a la variación total de los mismos en un mes.

En el año 2001 se efectuó un cambio en la base de cálculo del IPC, modificándose los datos y ponderaciones empleados para calcularlo. De lo que se trataba era de convertir el IPC en un indicador más realista de la variación del consumo. A continuación detallaremos los cambios más significativos.

1.Cambio del período base

Se denomina período base a aquél cuyos precios sirven de referencia para medir la evolución de los mismos durante el período de vigencia del sistema. Antes del cambio el período que se tomaba como base era el año 1991, cuando se efectuó el cambio pasó a ser 2001. Aunque lo explicaremos más detalladamente cuando hablemos del cálculo del IPC, señalamos que con el nuevo IPC-2001 los precios se refieren a los del año anterior (para calcular el IPC en 2003 se toma como referencia 2002 y así consecutivamente). A esto se le llama ponderación, los precios se ponderan con los del año anterior.

La actualización anual de ponderaciones tiene algunas ventajas, se estima que así el IPC se adapta a los cambios del mercado y de los hábitos de consumo con mayor rapidez y que permite detectar la aparición de nuevos bienes o servicios en el mercado susceptibles de entrar en la cesta de la compra. Esto conlleva que el índice refleje mejor el comportamiento de consumo de los ciudadanos, puesto que la base se ha actualizado. Todos los índices que mensualmente se calculan están referidos al período base.

Se ha fijado en cinco años el plazo en el que estará la base de cálculo vigente, esto significa que cada lustro se estudiará si hay que variar la composición de la cesta de la compra, las ponderaciones y otros factores.

2.Cambio en los grupos

Antes de estas variaciones para elaborar el cálculo del IPC se tenían seleccionados 471 artículos clasificados en 8 grupos. Actualmente son 484 artículos y están aglutinados en 12 grupos. Todos los artículos conforman lo que se denomina «cesta de la compra». Los nuevos grupos son estos:

-Alimentos y bebidas no alcohólicas

-Bebidas alcohólicas y tabaco

-Vestido y calzado

-Vivienda

-Menaje

-Medicina

-Transporte

-Comunicaciones

-Ocio y cultura

-Enseñanza

-Hoteles, cafés y restaurantes

-Otros

Se ha suscitado polémica por el cambio de composición de los grupos. En el cálculo se han eliminado productos antes vigentes (como las máquinas de afeitar o los radiocassettes) y se han introducido otros como el servicio de Internet o la pizza, argumentando que existían artículos en el índice estadístico que no eran de consumo habitual y otros se quedaban fuera aun siendo muy comprados por los ciudadanos. En la actualización del IPC tampoco se ha estimado la adquisición de una vivienda como un gasto de consumo, se considera una inversión por lo que no entra en el cálculo del IPC:

Otra cuestión controvertida ha sido la decisión de integrar los precios rebajados en el IPC, algunos sectores opinan que se ha hecho para lograr mitigar las subidas del índice (no olvidemos que es un indicativo de la inflación) mientras que otros defienden que es una decisión acertada, ya que refleja la realidad del consumo.

3.Cambio en el método de cálculo

En el antiguo cálculo se empleaba una base fija, lo que permitía comparar a lo largo del tiempo los precios de los artículos. La fórmula empleada era la de Laspeyres. Ahora se utiliza la fórmula de «Laspeyres encadenado», que refiere los precios a los del año anterior. Pero al no tratarse, como hemos visto, de una base fija las ponderaciones varían a lo largo del tiempo, con lo que se logra que los datos sean más realistas.

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