Combinar cuentas con depósitos, ¿es más rentable?

La combinación de cuentas y depósitos brinda una rentabilidad de entre el 2% y el 2,5%, pero se limita a unos pocos meses
Por José Ignacio Recio 22 de octubre de 2013
Img billetes euros

Los ciudadanos, en plena crisis, buscan todo tipo de estrategias para intentar rentabilizar al máximo su dinero. Una de ellas es combinar cuentas con depósitos, que brindan un interés entre el 2% y 2,5%. Pero este rédito, como se explica en este artículo, no es muy prolongado, ya que en casi todas las ofertas, como las que se analizan a continuación, se limita a los primeros meses desde la contratación del producto.

Más rentabilidad para captar nuevos clientes

Los bancos tratan de buscar nuevos diseños para elevar la baja rentabilidad de sus productos de ahorro. Y uno de ellos es la vinculación de los depósitos a una cuenta corriente de la entidad. A través de esta estrategia comercial, se pueden rentabilizar los ahorros con una imposición que dispone de una mayor generosidad que en los modelos tradicionales: de entre el 2% y el 2,5%. No obstante, esta remuneración abarca un periodo de tiempo muy limitado y, por lo general, afecta solo a los primeros meses desde su contratación.

La combinación de cuentas y depósitos trata, sobre todo, de captar nuevos clientes, de ahí que muchos de estos productos estén diseñados en exclusiva para esta clase de dinero. Aunque este sistema todavía no se ha implantado del todo en los bancos y cajas de nuestro país, es un modelo en alza pues, en realidad, supone una de las pocas salidas que tienen los usuarios bancarios para mejorar la rentabilidad de sus ahorros. Su interés está garantizado y, además, no requiere cumplir exigentes requisitos, como sucede en los depósitos vinculados a otros activos financieros. Asimismo, no contemplan gastos ni comisiones y proporcionan una liquidez total a los ahorros, que pueden ser rescatados en cualquier momento.

La mayoría de las cuentas y los depósitos combinados se diseñan solo para nuevos clientes

Después de estas características generales, cada diseño aporta sus propias señas de identidad, y los hay desde los que no permiten domiciliaciones hasta los que elevan sus aportaciones mínimas. En cualquier caso, es un producto destinado a la captación del ahorro de los clientes con perfil más conservador, que prefieren una rentabilidad asegurada por mínima que sea, antes que decantarse por productos más rentables pero que presentan mayores riesgos en su contratación.

Las propuestas que unen cuenta y depósito

Son varias las propuestas que llevan a cabo las entidades bancarias para vincular ambos productos, aunque aún es una oferta limitada.

La Cuenta Max, de Caja Laboral, permite acceder a un depósito a tres meses al 2% T.A.E., como fórmula para mejorar la rentabilidad de los ahorros de sus clientes. Este producto se caracteriza porque realiza el pago de los intereses de forma mensual para aportaciones y disposiciones mínimas de 2.000 euros, que, eso sí, no permite domiciliación de recibos.

ING Direct presenta otro modelo que incorpora estas particularidades, a través de su Cuenta Naranja, que da derecho a beneficiarse durante los cuatro primeros meses del Depósito Naranja, que genera una rentabilidad del 2,4%. No obstante, esta propuesta está destinada en exclusiva para nuevos clientes.

Las propuestas bancarias que unen cuenta y depósito no contemplan gastos ni comisiones y los ahorros pueden ser rescatados en cualquier momento

También para estos, Openbank ha desarrollado el Depósito Bienvenida, que genera una rentabilidad del 2% en los primeros cuatro meses. Una vez finalizado este plazo, se ingresan las aportaciones con sus respectivos intereses en la cuenta de esta entidad bancaria, que se puede cancelar en cualquier momento, sin ningún gasto ni comisión. Este modelo se puede suscribir desde un euro hasta 150.000.

Oficina Directa, por su parte, comercializa la Cuenta Depósito Más, un producto de ahorro de alta remuneración que se puede contratar desde 500 euros y que premia cada aportación con una rentabilidad del 1,5% los cuatro primeros meses, para pasar después a ser del 1,25%.

Otra opción para acogerse a esta estrategia comercial es la que propone ibanesto, que posibilita a los titulares de su Cuenta Azul suscribir un depósito al 2% T.A.E. Por otra parte, esta cuenta genera una rentabilidad del 1%, por la que no hay que abonar ni gastos ni comisiones, y permite a sus titulares disponer de los ahorros cuando quieran.

Otras alternativas para elevar la rentabilidad

Si bien es cierto que la combinación de una cuenta con un depósito incrementa la rentabilidad del segundo hasta un 2,5% como máximo, hay otras alternativas para mejorar estos márgenes.

  • Una de ellas puede arañar algo más la remuneración (muy poca, desde luego, con un tope en el 3%) y se consigue si se alargan los plazos de permanencia en las imposiciones, casi siempre por encima de 15 meses.

  • Otra más resolutiva, con la que se aprovecha, además, el buen momento de la renta variable, consiste en vincularlo a un activo bursátil, con los que los tipos de interés que pueden generar se elevan mucho. No obstante, implica un cierto riesgo ya que si bien hay una rentabilidad garantizada, para conseguir los máximos se tienen que cumplir unas exigencias en la cotización de los activos asociados al final de su vencimiento.

  • Se puede optar por otro modelo menos arriesgado, como son los depósitos destinados para los nuevos clientes, con domiciliación de nómina, y cuya rentabilidad puede alcanzar el 3%.

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