¿Cómo ahorrar desde niños?

Los menores pueden aprender a gestionar el dinero con libretas, tarjetas y hasta planes de ahorro diseñados para ellos
Por José Ignacio Recio 8 de julio de 2016
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Imagen: Carissa Rogers

Los menores deben aprender lo que cuesta ganar el dinero, cómo gestionarlo y cuáles son las herramientas para sufragar sus primeras necesidades. Para ello, varios bancos han confeccionado una serie de productos de ahorro infantiles. Estas cuentas que tienen como destinatarios a estos clientes tan especiales serán su primera toma de contacto con el dinero, incluso con algunos beneficios para ellos muy específicos. Pero los progenitores también tienen su papel. A continuación se dan las claves para que los padres enseñen a sus hijos a ahorrar desde que son niños.

Una de las labores de los padres será que sus vástagos empiecen a relacionarse con el mundo del dinero con cierta normalidad. No solo les ayudarán a conocer su verdadero valor, sino también les incentivarán a que empiecen a desarrollar una incipiente cultura financiera que les ayude de mayores a gestionar todos los productos bancarios y, por lo tanto, a suscribir los mejores modelos para cada ocasión. Será una enseñanza multidisciplinar que deberán inculcar a sus hijos desde muy pequeños y en la que deberán cumplirse los siguientes escenarios.

Primer contacto

Aprender a ahorrar desde niños tiene un objetivo muy claro: que comiencen a valorar el dinero, que este no es infinito y que deben ajustarse a un presupuesto familiar del que no se excederán, salvo en contadas ocasiones. La familiarización de los pequeños con el dinero, y hasta con las operaciones que pueden hacerse, será un modo de educarlos en la cultura del dinero, pero de forma responsable y formativa, atendiendo a una serie de prioridades que no tendrán más remedio que aplicar cuando sean mayores.

Aprender a gestionar sus ahorros

Cuando hayan cumplido unos años, será el momento propicio para implicar a los hijos en la gestión de sus propios ahorros. Ellos mismos llevarán la contabilidad de sus primeras necesidades, aprendiendo cuándo y cómo deben gastarlo. Contarán con las tarjetas confeccionadas por los bancos como un aliado perfecto para desarrollar esta tarea, lo que les servirá como el instrumento más indicado para recibir todos los meses la paga de sus padres.

Fomentar el ahorro

Una de las finalidades de las familias consiste en implicara los niños en la potenciación del ahorro, aunque sea a tan tempranas edades. Se podrá hacer a través de un proceso formativo que se basará en la cultura del esfuerzo. Así, si desean satisfacer un capricho personal, no tendrán más que dedicar parte de su paga mensual para satisfacer su necesidad. No en vano, les hará más responsables y a importar pequeños planes de ahorro con los que lograr su objetivo. Para ello, disponen de libretas y cuentas de ahorro que cumplen a la perfección con esta finalidad, unos productos que además ofrecen espléndidos regalos, muchas veces como consecuencia de sus nuevas aportaciones.

Ahorrar es un hábito

Buena parte de los productos bancarios diseñados para los menores son virtuales: tienen un valor educativo más que práctico e incluso les permiten jugar o experimentar con ellos. Pero será una forma muy original para acostumbrarlos a manejar dinero con mayor naturalidad desde tan jóvenes.

Esta acción puede verse potenciada desde la propia familia para que lleven su propio presupuesto personal. El aprendizaje de las prácticas bancarias es una de las principales consecuencias de estas actuaciones. Aprender a ahorrar incidirá en una cultura financiera mucho más potente cuando lleguen a otras etapas en su vida.

Cuentas de ahorro para niños

Unos de los productos con los que cuentan estos clientes tan especiales son las cuentas de ahorro. Casi pueden disponerlas desde su nacimiento, en lo que se conforma como su primera toma de contacto con el mundo del dinero. Pero no servirán para generar ninguna rentabilidad, que no la tienen, sino para disfrutar de una serie de prestaciones y servicios más originales que los destinados a sus mayores. Los bancos basan su estrategia comercial en ofrecerlos bajo diferentes formatos y de diversa naturaleza, atendiéndose siempre a sus primeras necesidades.

  • Son productos para el ahorro a través de los cuales reciben regalos en el preciso momento de suscribirlos, pero también para incentivarlos a realizar aportaciones periódicas.
  • Suponen un instrumento único para canalizar y administrar la paga que reciben todos los meses de sus padres.
  • Están en condiciones para acceder a promociones por las que se generan importantes descuentos para asistir a sus aficiones favoritas: conciertos, espectáculos, actividades de ocio, etc.
  • Les permite ir formando una bolsa de ahorro que les sirva hacerse con sus primeros caprichos un poco más adelante: motos, viajes al extranjero o equipos informáticos, entre otros.

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