Depósitos vinculados a otros productos, ¿compensan?

No siempre compensa obtener más rentabilidad por vincular un depósito a otros productos de la entidad, pues los requisitos son muy exigentes
Por José Ignacio Recio 5 de febrero de 2014
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Imagen: maesejose

Quien más quien menos desea ver crecer la rentabilidad de su depósito. Un modo de lograrlo es vincularlo a otros productos de la entidad. Pero a cambio de obtener más rédito, hay que desembolsar unas aportaciones mínimas más exigentes, y el periodo de permanencia es mayor, destinado al medio y largo plazo. Aunque, como se explica en este reportaje, el mayor inconveniente son los requisitos que se piden: suscripción de otras imposiciones, domiciliar los principales recibos domésticos y nómina, tener tarjetas de crédito y débito con un gasto mínimo y disponer de una cuenta corriente saneada.

A más vinculación, más intereses

Si lo que se desea es mejorar la rentabilidad de un depósito, una de las alternativas que ofrece el mercado bancario es optar por los modelos de vinculación con la entidad, que incluye casi siempre un tipo de interés más elevado en función del grado de compromiso de los clientes con el banco. Pero en algunos casos incorporan unas condiciones demasiado exigentes.

Para empezar, las aportaciones mínimas exigidas son más elevadas, y en casi todos los casos se deben suscribir desde 6.000 euros, sin que falten modelos mucho más agresivos que requieren de un desembolso inicial alto, hasta de 60.000 euros. Por otra parte, si bien se demanda contratar otros productos con la entidad, ciertas ofertas pasan por elevar los requisitos a conservar la cuenta con un saldo mínimo, domiciliar los principales recibos domésticos y la nómina o mantener una tarjeta de crédito o débito con un gasto mínimo, entre otros.

Los depósitos vinculados a otros productos son depósitos dirigidos a medio y largo plazo, casi siempre por un tiempo superior a 12 meses

Si aún así los usuarios bancarios desean formalizar estas cuentas, tendrán la recompensa de una rentabilidad mayor, que puede llegar al 3,30% en la mejor de las propuestas, aunque para ello el plazo de permanencia sea sensiblemente superior a otros modelos de imposiciones, por encima de 12 meses.

A partir de estas variables, la estructura de estos productos no mantiene más novedades reseñables que inviten a la contratación de algunos de los modelos que presentan bancos y cajas de ahorro en estos momentos. Y es que el atractivo principal de estos productos está en que pueden doblar la remuneración que reciban sus titulares en su liquidación. Incluso se opta por diseños de depósitos crecientes para llamar la atención de los clientes, en los que se va incrementado la rentabilidad de manera progresiva cada ejercicio. Si se opera siempre con la misma entidad, puede ser una alternativa para mejorar posiciones, pero si no es el caso, es preferible optar por otra clase de depósitos, a pesar de que dispongan de tipos de interés más bajos.

Qué depósitos contratar

Cada vez hay más propuestas, aunque no sea una oferta muy llamativa ni voluminosa. Una de las opciones en esta categoría de imposiciones es el Depósito Ganador del Banco Gallego, que cuenta con plazo de permanencia de 18 meses. Está destinado para clientes que contraten otros productos de la entidad, y es un diseño exclusivo para dinero procedente de otras entidades. Ofrece a los depositantes una T.A.E. del 3,30% que se liquida de forma trimestral. No obstante, la rentabilidad del producto varía entre el 1% y 3,30% según las vinculaciones y la negociación personal. Por otra parte, si se cancela de forma anticipada, se penaliza con un 4% del capital retirado y como máximo los intereses devengados. Se puede suscribir para aportaciones mínimas desde 3.000 euros.

Otra proposición en esta dirección comercial es el Depósito Cajamar a 12 meses, con el que se puede obtener un interés del 3%, siempre que los depositantes contraten otros productos de la entidad. Desde una aportación mínima de 60.000 euros y con liquidación de intereses al vencimiento, destaca que está permitida la cancelación anticipada con aplicación de una comisión del 2% sobre el capital.

Requieren la contratación de demasiados productos, por lo que a veces no compensan, ni tan siquiera para alcanzar un 3,30% de interés

Sobre estas mismas variables se ha confeccionado el Depósito Tandem de CatalunyaCaixa. Destinado a seis meses, ofrece una rentabilidad del 3% para aportaciones mínimas desde 1.000 euros, con liquidaciones trimestrales. Para poder contratar esta imposición a plazo la entidad exige la suscripción de otro depósito a 21 meses con un cupón del 3% de rentabilidad acumulada (1,71%).

Para un plazo más elevado, a tres años, se ha constituido el Depósito Creciente de Unicaja. Genera un interés del 2,25% con liquidación de intereses mensual, y se puede suscribir desde 6.000 euros. Esta propuesta se caracteriza porque los tipos de interés se incrementan de forma progresiva cada año hasta alcanzar el último el 2,75%. Pero se endurecen las condiciones para suscribirlo, ya que hay que tener una cuenta a la vista con saldo medio superior a 600 euros, tarjeta de crédito o débito con un consumo anual en comercios de 1.200 euros al año, domiciliación de al menos tres recibos domésticos y la domiciliación de la nómina por un importe mínimo de 1.000 euros.

Desventajas de los depósitos vinculados

No conviene sobrevalorar en exceso los depósitos que exigen vinculación con la entidad, ya que tienen unas características muy específicas que no se amoldan a todas las economías domésticas, en especial por las siguientes consideraciones:

  • Requieren aportaciones mínimas más potentes que en otros modelos, donde se pueden suscribir estos depósitos a plazo por importes más exigentes.

  • Están dirigidos a medio y largo plazo, casi siempre por más de 12 meses. Las propuestas más cortas están prácticamente anuladas en la actual oferta.

  • Es cierto que elevan su rentabilidad, pero a cambio de contratar otros productos con la misma entidad, que en ocasiones son excesivos: otras imposiciones, los principales recibos domésticos, la nómina, tarjetas de crédito y débito con un gasto mínimo y hasta una cuenta con números boyantes.

  • Hay que tener mucho cuidado con el incumplimiento de algunas de sus cláusulas, ya que, de no acatarlas, los depositantes sufrirán importantes penalizaciones que pueden disminuir de forma notable la rentabilidad final del producto.

  • Algunas de las propuestas bancarias son ofertas no válidas para todos los clientes, sino indicadas para los nuevos como fórmula de los bancos y cajas para captar un mayor número de clientes.

  • El grado de vinculación con la entidad es el factor determinante para incrementar el interés y, a veces, requiere de la contratación de muchos productos al mismo tiempo, que es probable que no necesiten los depositantes, ni tan siquiera para alcanzar un interés máximo del 3,30%.

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