El «efecto Irlanda» sobre la Bolsa

Es arriesgado invertir en empresas del sector financiero, pero también es momento de oportunidades si se invierte en futuros, opciones o warrants
Por José Ignacio Recio 4 de diciembre de 2010
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Imagen: Bartek Ambrozik

La consecuencia de las tensiones en los mercados bursátiles por la incertidumbre sobre el contagio de la crisis irlandesa se ha plasmado en un retroceso de casi el 6% en la Bolsa española. Por ello, los inversores que estén posicionados o vayan a comprar títulos de empresas del sector financiero, las más sensibles a una caída, deben tener cuidado. Al mismo tiempo, sin embargo, es momento de oportunidades. En el mercado español hay varios métodos para ganar dinero con los desplomes de los mercados bursátiles: futuros, opciones, warrants, ventas a crédito, CFD y ETF inversos son algunos productos que permiten obtener rentabilidad de los movimientos bajistas en las Bolsas.

Intranquilidad

Imagen: Bartek Ambrozik

Un cierto sentimiento de pánico se ha apoderado de los inversores nacionales. La Bolsa española se ha desplomado en casi un 6% en tres sesiones bursátiles como consecuencia del posible contagio del rescate de Irlanda por parte de la Unión Europea. El índice selectivo nacional ha abandonado la barrera psicológica de los 10.000 puntos para encontrar soporte en los 9.500. Los inversores dudan sobre si se detendrán las pérdidas o se agudizarán en las próximas sesiones. Sobre esta disyuntiva, numerosos analistas del mercado mantienen que los problemas bursátiles persistirán mientras continúen las dudas sobre la economía española y sea objeto de los ataques de los especuladores. Por lo pronto, se ha asistido a una de las caídas más importantes del año y a una vuelta a niveles desconocidos desde agosto. Cómo afecte este proceso a los inversores minoristas dependerá de si tienen o no tomadas posiciones en la renta variable nacional.

La actitud prudente es no posicionarse hasta que se despejen dudas sobre los posibles rescates a los países periféricos de la UE

Muchos de los valores cotizados han roto los soportes, algo que representa un problema añadido a los efectos del «caso irlandés». Otros, por el contrario, han pasado de una tendencia alcista a otra bajista, que no anima a dotar de optimismo a los pequeños ahorradores.

No obstante, en este tipo de procesos no faltan los rebotes alcistas, que parecen indicar -aunque de modo erróneo- que las caídas han finalizado. En muchas ocasiones, sirven para que las «manos débiles» del mercado (los pequeños inversores) tomen posiciones en los valores y acaben «enganchados», con un precio en su cotización por debajo del de compra.

¿Comprados o en liquidez?

En un análisis superficial podría deducirse que las Bolsas retomarán su senda de recuperación, ahora que Irlanda recibirá la asistencia que necesita, ya que es un problema puntual. Pero es posible que las cosas no sean tan sencillas en esta ocasión. La cuestión irlandesa exige ir más allá de Irlanda. Esta vez la cuestión no es rescatar un país, sino cómo articular un programa de asistencia para todos los periféricos que se encuentran en riesgo.

Ante ello, habrá precios más atractivos para comprar títulos en Bolsa, auténticas oportunidades, pero la actitud prudente es no posicionarse hasta que se hayan despejado algunas dudas sobre los posibles rescates a los países periféricos de la Unión Europea (Irlanda, Portugal, España e Italia). Los analistas aconsejan ser muy selectivo y recomiendan mucha cautela, en especial con los valores del sector bancario y financiero, que más caídas acumulan. En el Ibex-35 los mayores descensos son para Santander, BBVA y Bankinter.

Los inversores a largo plazo no deben preocuparse, ya que pasado un tiempo los precios volverán a niveles de octubre

Quienes vayan a dirigir su inversión a la Bolsa en las próximas semanas deberán acudir a títulos de carácter más defensivo, por lo que conviene decantarse por mercados que representan a economías fuertes en fase de expansión: el Dax germano, el CAC-40, el Dow Jones o el Nasdaq…

Más preocupante es la situación de los ahorradores que ya estaban posicionados en la renta variable, cuyas inversiones se han depreciado en casi un 6%, y aún pueden bajar más en las próximas fechas. Ante esta situación, lo más conveniente es deshacer sus posiciones con celeridad, ya que mientras perdure la incertidumbre podrán continuar las pérdidas.

Diferente es la posición de quien plantea su inversión al medio y largo plazo. Si es el caso, no hay que preocuparse en exceso ya que una vez resueltos estos problemas -con el tiempo de duración que exijan las medidas aplicadas- los precios pueden volver a niveles de octubre e, incluso, acercarse a la barrera de los 11.000 puntos o superarla.

Otras alternativas

La oferta en la renta variable es tan amplia que permite beneficiarse de las bajadas en las Bolsas. Ya es posible rentabilizar todas las tendencias, sean alcistas o bajistas, porque en el mercado hay varios productos para ganar dinero con los grandes desplomes: futuros, opciones, warrants, ventas a crédito, CFD y ETF. Todos ellos comparten una particularidad común: el apalancamiento. Salvo los ETF, en los que es opcional, en los restantes productos financieros basta con disponer de una parte del dinero que se invierte. En principio es una ventaja, pero puede transformarse en inconveniente si el valor en lugar de retroceder -como desea el inversor- empieza a subir. En este caso, las pérdidas se multiplicarían.

¿QUÉ HACER ANTE LAS GRANDES CAÍDAS?

Los fuertes descensos en Bolsa son más graves si se completan con otras señales que indican que la tendencia bajista se puede prolongar en las próximas sesiones, incluso con mayor virulencia. Éstas son las pistas que adelantan su prolongación:

  • Los descensos se acompañan de un fuerte volumen de operaciones realizadas. En la práctica se observan ventas masivas por parte de los inversores institucionales y más operaciones en los parqués bursátiles.

  • Los mínimos de cotización diarios o semanales coinciden con las posiciones de cierre.

  • La rotura de algún soporte. Ello indicaría que los descensos van a prolongarse en las próximas semanas.

Si se da alguna o varias de estas circunstancias, sería la señal definitiva de que las caídas se van a prolongar. En este caso, no habrá más remedio que vender si no se desea que las minusvalías sean mayores.

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