Las nuevas tarjetas de pago aplazado

Algunas permiten disponer de créditos semanales o mensuales para hacer frente a gastos inesperados, pero endeudan a sus titulares
Por José Ignacio Recio 18 de julio de 2010
Img tarjetas
Imagen: cncpt

El dinero no se regala. Por ello, conviene tener cuidado con toda clase de fórmulas pensadas para proporcionar crédito y pagos aplazados a los usuarios. Más en tiempos de crisis. Siempre se paga de más y, en ocasiones, el endeudamiento es considerable. En los últimos meses se han puesto a disposición de los usuarios tarjetas agresivas, que permiten obtener créditos semanales o mensuales para hacer frente a los gastos inesperados. Aunque son gratuitas durante el primer año, a medida que aumentan los gastos, sus cuotas son más elevadas, algo que puede incrementar el grado de endeudamiento de sus titulares. Otra fórmula innovadora son los formatos “tarifa plana”: se predetermina el importe mensual que se debe abonar, sin importar el número de compras realizadas. Por lo general, la cuota mínima es de 30 euros.

Peligro de endeudamiento

En ocasiones, resulta complicado hacer frente a todos los gastos y disponer de alguna tarjeta que dilate los pagos puede suponer un alivio. Aunque éste es un desahogo eventual. Las tarjetas de pago aplazado tienen un crédito semanal o mensual y cargan las compras que se efectúen durante el periodo seleccionado en una determinada fecha (cada semana, cada mes…). Permiten retrasar los abonos en cuotas de hasta seis o doce meses, sin intereses. En general, son gratuitas durante el primer año, pero pasado éste se abonan comisiones en concepto de mantenimiento. Las ventajas parecen numerosas, pero a medida que aumenta el importe de las compras realizadas, se elevan también las cuotas.

Caixa Catalunya, con la Tarjeta 7, Caja Laboral y su Visa Aktiba, la Creditarjeta de Caja Vital, Caixanova y su Tarjeta Comercio o La Caixa con la Mastercard Estrella son algunas entidades que ofrecen la posibilidad de comprar durante una semana y pagar la siguiente. En algunos casos, se completan con un programa de fidelización que permite acumular puntos canjeables por regalos, dinero, vales descuento, alquiler de automóviles, entradas de espectáculos, noches de hotel, contenidos para el móvil… Algunas proporcionan seguros gratuitos de accidentes o en viajes en un medio de transporte público cuyo importe se haya abonado con la tarjeta. Otras, cubren la utilización fraudulenta de la tarjeta en caso de robo o pérdida.

Es habitual que sean gratuitas durante el primer año, para después abonar cuotas anuales por mantenimiento o renovación desde 7 euros

Punto Oro de Banco Popular, Tercios Mastercard de Caja España… Otras tarjetas permiten pagar las compras en tres o en seis meses sin aplicar intereses y son ampliables a 36 meses. En otras ocasiones, (CAM Plus y Santander Plus) se brinda un porcentaje de descuento en todas las compras efectuadas con este medio de pago o posibilitan beneficiarse de descuentos exclusivos en viajes, al llenar el depósito del coche o en las compras en comercios y supermercados (Clavecard Shopping de Caja Canarias). Es habitual que sean gratuitas durante el primer año, pero las cuotas anuales por mantenimiento o renovación no son baratas: oscilan entre 7 euros, las más baratas, y 30 euros, las más caras.

«Tarifa plana»

Una variante en ascenso son las tarjetas de «tarifa plana» para hacer frente a los gastos mensuales de sus titulares. Esta modalidad pertenece al grupo de tarjetas denominadas revolving. Con ellas se puede fijar el importe mensual que se pagará, sin importar las compras que se realicen. BS Card Mastercard, de Banco Sabadell, Visa Clip de Caixa Galicia o la Tarjeta Extra, de Sa Nostra, son ejemplos de esta modalidad.

Se diferencian de las tarjetas de crédito clásicas en el modo de pago, ya que se liquida a través de una cuota fija, cuyo importe comienza a partir de 30 euros al mes en función del crédito concedido. Además, algunas permiten disponer de un crédito permanente e inmediato. Facilita a sus titulares un mayor control sobre el gasto total, pero a medida que libere crédito puede contar de nuevo con él para seguir con las compras, un incentivo hacia el gasto y que implica mayores posibilidades de endeudarse para el titular, obligado a utilizarla todos los meses aunque no tenga necesidad de este servicio de financiación.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube