Francia pretende considerar la clonación humana un «crimen contra la especie»

Esta práctica está sancionada con 20 años de prisión por la ley de bioética francesa de 1994
Por EROSKI Consumer 22 de enero de 2003

El Gobierno francés pretende considerar la clonación con fines reproductivos un «crimen contra la especie humana» en la revisión de la ley gala de bioética. Este nuevo delito será casi imprescriptible y tendrá una dimensión de extraterritorialidad. Es decir, permitirá condenar a un ciudadano francés aunque haya actuado fuera de su país. El francés Claude Vorilhon, Rael, es el fundador de la secta raeliana que ha anunciado sin pruebas tres clonaciones humanas en las últimas semanas.

La clonación humana está sancionada con 20 años de prisión por la ley de bioética francesa de 1994. Con motivo de la revisión de este texto, a finales de mes en el Senado, el Gobierno galo va a reforzar el dispositivo legal con una nueva incriminación. El crimen contra la especie humana será incorporado al código penal entre los ataques a la persona y los crímenes contra la humanidad.

Con el nuevo delito, casi imprescriptible y sin fronteras, «creamos una represión penal completa y eficaz de la clonación reproductiva», declaró ayer el ministro de Sanidad, Jean François Mattei. A su juicio, la ley de 1994 era «demasiado débil a la vista de los retos considerables vinculados a este tema».

Las demás modificaciones principales preconizadas por el Gobierno francés afectan a la investigación sobre el embrión y las células madre. Una enmienda autoriza, de manera derogatoria y transitoria, estas prácticas cuando permitan avances terapéuticos, a condición de que no exista un método alternativo de eficacia comparable. Por el contrario, se prohíbe la clonación terapéutica ya que, según Mattei, conlleva el riesgo de generar un mercado de óvulos y abre las puertas a la clonación reproductiva.

El ministro desea ampliar el círculo de los donantes vivos a las personas que prueben una vida en común de al menos dos años con el receptor. La donación entre vivos «debe tener un carácter subsidiario respecto a la donación cadavérica», añadió Mattei, quien puso a España como ejemplo de un país que «consigue perfectamente suministrar los órganos únicamente a partir de cadáveres».

El proyecto de ley prevé exigir a las parejas no casadas una convivencia mínima de dos años para acceder a la procreación médicamente asistida. El Ejecutivo del país vecino desea suprimir la posibilidad de que una viuda tenga un hijo póstumo de su compañero fallecido gracias a esas técnicas.

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