Inician la construcción en Álava de la primera planta destinada a la fabricación de biodiesel

Transformará en carburante ecológico 6.000 toneladas de girasol o colza cada año
Por EROSKI Consumer 2 de noviembre de 2001

La sociedad Bionor Transformación ha iniciado la construcción, en la localidad alavesa de Berantevilla, de la primera planta española destinada a la fabricación de biodiesel, un carburante para vehículos obtenido a partir de la transformación de plantas oleaginosas. La compañía proyecta convertir cada año en carburante ecológico 6.000 toneladas de girasol o colza.

Los promotores de Bionor han adquirido una parcela de más de 20.000 metros en una zona industrial dependiente del Ayuntamiento de Berantevilla. La instalación que se levantará sobre ese terreno está presupuestada en más de 400 millones de pesetas. Los impulsores del proyecto realizan ya los trabajos de movimiento de tierras y han iniciado los trámites para obtener la licencia de instalación, un documento del que deberá disponer antes de poner la planta en funcionamiento.

Los socios de Bionor son un grupo de industriales vascos y la sociedad Azti, dependiente del Departamento de Agricultura del Gobierno Vasco. Rogelio Pozo, un técnico de Azti, confirmó que la entidad pública participa en el capital de Bionor, aunque precisó que la colaboración de la sociedad de investigación agraria en el proyecto es de carácter técnico. Indicó que el planteamiento económico de la actividad es asumido por los empresarios que impulsan la iniciativa.

Pozo aseguró que la idea que impulsa el proyecto de la planta de biodiesel es el aprovechamiento de unas tierras de cultivo que, según la normativa de la Unión Europea, hay que dejar cada año sin cultivar. La UE permite que se siembren con productos vegetales que no tengan como destino el consumo humano o animal.

Plan pionero

El portavoz de Azti explicó que en casi todas las comunidades autónomas existen planes para destinar las tierras excluidas de producción al cultivo de oleaginosas con aplicaciones industriales. Indicó que el proyecto de Berantevilla, que es el correspondiente al País Vasco, «es uno de los más adelantados».

La reserva anual de barbecho obligatorio es exigible en las plantaciones de cereal, que ocupan una importante superficie en Álava. Los cerealistas de la provincia dejan libres de uso agrícola cada año unas 4.000 hectáreas.

La fábrica que se va a instalar en Berantevilla está diseñada para recibir las 6.000 toneladas de girasol o colza que se podrían obtener en Álava si los agricultores optaran por sembrar las superficies de reserva. Sin embargo, las cooperativas del territorio tienen dudas sobre la viabilidad del plan por la falta de datos sobre la distribución y venta del biodiesel.

Bionor baraja la alternativa de comprar materia prima fuera del País Vasco y utilizar residuos de aceites vegetales usados como sustitutos de los productos agrícolas transformables en carburantes de origen vegetal.

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