Más de 1.200 propietarios de vehículos Peugeot 307, comprados entre 2001 y 2004 en todas las provincias de España, han presentado quejas ante la Federación de Consumidores en Acción (FACUA España) por defectos de fabricación similares que se reiteraban tras pasar por los talleres oficiales de la marca, según informó esta asociación de usuarios. De ellos, 228 se han asociado a la Federación para buscar solución a sus problemas, «de los que 55 han recuperado su dinero o un vehículo nuevo gracias al protocolo de mediación» establecido entre FACUA y la firma francesa.
Según la Federación, el número de quejas recibidas alcanza ya el 0,8% de las 156.000 unidades vendidas en España desde que el vehículo salió al mercado. Los defectos que coinciden en la práctica totalidad de las reclamaciones se catalogan en dos grupos. «El primero está relacionado con disfunciones en los equipos eléctricos, que provocan apagones que dejan al vehículo sin iluminación externa e interna ,o la falta de respuesta de diversos componentes que dependen del sistema electrónico, entre ellos la parada del motor», indica FACUA. «También son muchos -añade- los casos de vibraciones que se acusan de forma considerable cuando los automóviles superan los 110 kilómetros por hora, aspecto que afecta gravemente a la estabilidad del volante y los espejos retrovisores, además de defectos de calidad en numerosos componentes».
Peugeot España, por su parte, considera que los fallos mecánicos y electrónicos detectados hasta ahora en su modelo 307 entran dentro de los parámetros normales en relación a su volumen de ventas. Por otra parte, negó que mantenga un protocolo de mediación con la Federación. «Si bien es cierto que FACUA propuso en su día la firma de un protocolo de mediación, la marca automovilista optó por no suscribirlo, al considerar que todos sus clientes deben ser atendidos por igual», señalaron fuentes de la empresa.
