La riqueza de las familias españolas representa diez veces su renta disponible, según Caixa Catalunya

La entidad financiera teme, en este contexto, el efecto que puede desencadenar una reducción de los precios de la vivienda
Por EROSKI Consumer 9 de agosto de 2005

La riqueza inmobiliaria y financiera de las familias españolas representa diez veces su renta disponible. Así lo pone de manifiesto el último informe sobre consumo y economía familiar de Caixa Catalunya, que califica este valor de «totalmente insólito».

Según la entidad catalana, esta relación entre riqueza y renta en las familias españolas se aleja mucho de lo que sucede en la mayoría de los países desarrollados, que a largo plazo se sitúa en torno a 4,5 y 5,5 veces la renta disponible.

El estudio señala que entre 1995 y 2004 la suma de riqueza inmobiliaria y financiera sobre la renta familiar disponible aumentó 3,3 veces, desde 6,7 hasta diez. Esto constituye un factor «de elevada importancia, ya que buena parte de la expansión del consumo se apoya en este fuerte crecimiento de la riqueza de los hogares».

Según el informe del Servicio de Estudios de Caixa Catalunya, la evolución del precio de la vivienda está siendo utilizada como apalancamiento del consumo y la inversión, y está condicionada por la fuerte revalorización de los activos inmobiliario y la baja renta nominal comparada de los españoles en relación a los países más ricos.

Preocupación

En opinión de Caixa Catalunya, esta dependencia «es una fuente potencial de preocupación por el efecto que puede desencadenar una reducción de los precios de la vivienda». En este sentido, el informe destaca que, «tal y como demuestra la experiencia del Reino Unido, los riesgos de una hipotética subida de tipos son relativos».

Sin embargo, la subida del precio del dinero que realizó el Banco de Inglaterra para afrontar la burbuja inmobiliaria no comenzó a traducirse en caídas de los precios de los inmuebles hasta dos años después, un periodo que puede calificarse de extenso.

Patrimonio financiero

La riqueza financiera supone el 56,4% del total de los activos financieros de las familias, la tasa más baja de los diez últimos años. Este patrimonio se ha estancado en los últimos años en relación a la renta disponible, entre 1,5 veces y dos veces, ya que las dos variables crecen a ritmos parecidos, salvo cuando se registran fuertes revalorizaciones en los activos bursátiles. Así, en 1998 y 1999 la riqueza financiera era dos veces la renta bruta disponible.

La tasa más alta la alcanzó en 1998, con un 72,6%, como consecuencia de la fuerte revalorización de los activos bursátiles, precisamente en los años previos a la revalorización de los activos inmobiliarios, que han sido los directamente responsables del crecimiento de los pasivos financieros o endeudamiento de los hogares.

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