Los precios de la luz en España están entre los más bajos de Europa, según un informe de la CNE

Las eléctricas dicen que la actual situación de las tarifas "propicia el derroche de energía"
Por EROSKI Consumer 9 de mayo de 2005

Los precios de la electricidad en España se encuentran entre los más bajos de Europa, tanto para consumidores domésticos como industriales, según un informe de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) que analiza los datos publicados por la Oficina Europea de Estadísticas (Eurostat) en 2003 y los de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en 2001.

Este trabajo concluye que en las tarifas doméstico-residencial de Eurostat 2003, España es el sexto país más barato en bajo consumo anual y el quinto en alto consumo y discriminación horaria. En tarifas industriales, los precios españoles son los novenos y los cuartos más bajos, respectivamente, en los dos segmentos de bajo consumo seleccionados en el estudio, y los sextos y los novenos más bajos en los dos segmentos de alto consumo. En cuanto a precios eléctricos según AIE 2001, España se sitúa en el puesto noveno para el segmento doméstico-residencial y en cuarto lugar para el industrial.

Estos datos se confirman en un estudio realizado por la patronal eléctrica, Unesa, en julio de 2004, cuyas principales conclusiones son que, respecto a los precios de la electricidad para usos domésticos, nuestro país se sitúa en la media de los países de la Unión Europea ampliada (UE-25), pero registra los más bajos de la UE a 15. En cuanto a los precios eléctricos para usos industriales, los españoles son los quintos más bajos para todas las categorías excepto para la de los clientes más grandes.

Las eléctricas subrayan que esta situación se produce en un contexto en el que el diferencial de precios entre España y Europa se ha ampliado de forma notable en los últimos años. De este modo y, según los datos del informe de la CNE, los precios eléctricos españoles para consumidores domésticos son los terceros que más bajan en el periodo 1997-2003 (-11%). Respecto a los precios para usos industriales, las caídas medias entre 1997 y 2003 superan el 10%.

Las sucesivas bajadas de las tarifas durante los últimos años han hecho «imposible» cubrir los costes del sistema en un país dependiente del exterior en términos energéticos, según las eléctricas. Además, apuntan que los incrementos tarifarios aprobados no son reales si se comparan con la evolución del IPC.

Consumo familiar

Este contexto de precios «relativamente benigno» ha coincidido con un aumento muy significativo del consumo energético de las familias, que creció un 62% entre 1993 y 2001, según datos de Unesa, situándose casi en cabeza de los incrementos registrados en los países de la UE, que registró un incremento medio del 15%.

El aumento del consumo eléctrico español es el segundo más alto de la Unión (después de Portugal) y se equipara al de Holanda en tasa de crecimiento. En el periodo de enero a abril de 2005 ya acumula una subida del 8,9%.

«De todo ello se deriva que, aunque España ha mantenido un crecimiento económico superior a la media de la UE, este entorno benigno de precios ha incidido en el fortísimo incremento registrado por la demanda de energía de las familias, ya que las tarifas no han inducido a una actitud de consumo responsable por parte de los hogares», indican las eléctricas.

Por ello, consideran que la situación de los precios de la luz en España «propicia el derroche de energía, ya que al consumidor no se traslada el coste verdadero», y año tras año va generando déficit.

Las compañías subrayan que han realizado un importante esfuerzo inversor para instalar nueva capacidad en el sistema que permita cubrir el consumo, «pero eso no es suficiente, ya que se requieren medidas que penalicen el despilfarro». El primer paso «debería ser fijar una tarifa que recoja los costes reales».

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