Categoría A+ y A++ en los electrodomésticos

La Unión Europea habilitó estas dos nuevas categorías energéticas para frigoríficos, congeladores y combinados de ambos.
Por EROSKI Consumer 24 de enero de 2005

Actualmente el etiquetado energético está definido por siete letras, desde la G para los electrodomésticos que consumen más energía hasta la A para los que presentan una mejor relación entre consumo y prestaciones. Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía IDAE, un electrodoméstico de la clase A puede ahorrar hasta 600 euros a lo largo de su vida útil comparado con un clase G.

Datos de esta misma institución certifican que el frigorífico, al estar encendido permanentemente, encabeza el gasto de electricidad del hogar al suponer un 18% de la factura. Si compramos uno demasiado grande para nuestras necesidades o dejamos que acumule más de tres milímetros de hielo en el congelador, el aparato gastará un 30% más de energía para mantener la temperatura necesaria.

La mejora continua en la eficiencia energética de los electrodomésticos ha obligado a la Unión Europea a habilitar dos nuevas categorías en el etiquetado: A+ y A++. Estas dos nuevas clasificaciones energéticas afectan a los frigoríficos, congeladores y combinados de ambos, siendo el distintivo A++ el que marca la escala de mayor eficiencia.

Entre 1996 y 2000 la eficiencia energética de estos aparatos ha aumentado un 30%. El 20% de los frigoríficos y congeladores vendidos en Europa pertenecen a la categoría A, porcentaje que asciende en algunos países al 50%.

Por estas razones, la Comunidad Europea se encontró ante la necesidad de aplicar criterios más estrictos, estableciendo estas dos nuevas categorías de forma provisional hasta la siguiente modificación de la directiva 2003/66/CE, que acometerá una revisión global del etiquetado energético.

Para más información puede consultarse el Real Decreto 219, de 6 de febrero de 2004.

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