Consejos a la hora de comprar un frigorífico

Elegir un modelo u otro determinará la conservación de los alimentos
Por EROSKI Consumer 15 de abril de 2003

Antes de adquirir un electrodoméstico básico en todos los hogares como es el frigorífico es preciso tener en cuenta las necesidades de la familia, y el presupuesto con el que se cuenta. Una vez que se han analizado estos dos aspectos, hay otras cuestiones en las que conviene poner interés:

–Tener en cuenta qué ubicación, tendrá en la cocina, no sólo para saber las dimensiones que debe tener, sino también para elegir el color o la panelación (si tiene que ir acorde al mobiliario que lo rodea, etc.).

–Ser previsores en cuanto a su uso y frecuencia de utilización. Hay que pensar en el número de personas que lo van a utilizar, si se va a usar a diario o no, si se van a tener gran cantidad de alimentos congelados… No será lo mismo un frigorífico de una casa de veraneo que el de la vivienda habitual.

La capacidad de la nevera se mide en litros. Para una persona puede bastar con frigoríficos de entre 100 y 150 litros, mientras que para tres o cuatro sería preciso uno con capacidad de 350 a 500 litros.

–La duración de los productos congelados es otro de los aspectos que se deben considerar. No es igual congelar para dos días que para varios meses. La medida de la congelación viene dada por las estrellas del congelador:

a)1 estrella: -6ºC de mínima temperatura, por lo que serán congeladores par mantener unas horas los alimentos.

b)2 estrellas: -12ºC de temperatura mínima. Los alimentos se pueden congelar hasta unos tres días.

c)3 estrellas: -18ºC de mínima temperatura. Los alimentos duran meses congelados.

d)4 estrellas: la congelación es más rápida y permite congelar mayor cantidad de alimentos.

Los precios pueden oscilar de 250 euros a 500 euros en un frigorífico convencional de una puerta, hasta de 500 euros a 900 euros para algunos frigoríficos «combi» de nueva tecnología.

Conviene estudiar el número de personas que lo usarán y si se utilizará a diario

Una vez realizado este análisis, es importante conocer los tipos de frigoríficos que hay en el mercado:

1)Convencionales: son los más sencillos y por ello económicos. Tienen un solo motor que hace funcionar el congelador y la nevera. Al haber un único regulador si se desea congelar mucho, también se enfriarán demasiado los alimentos de la zona frigorífica y algunos se pueden congelar. Los hay de una puerta (con congelador dentro) y de dos puertas. Los más económicos son los de una sola.

2)«Combis»: salvan el defecto de los anteriores, pues cuentan con dos motores independientes que permiten regular de distinta manera el congelador y la nevera. Además, incorporan un sistema de descongelación especial que hace que la escarcha se convierta en agua y después se evapore. Con ello, se permite un aumento de la humedad que mejora la conservación de los alimentos perecederos.

3)Frigoríficos de «frío seco» o «sin escarcha» (No Frost): mejoran la refrigeración y la congelación, y logran evitar la mezcla de olores (así los alimentos no saben a otra cosa), la pérdida de propiedades de los alimentos y que los congelados se peguen entre sí.

4)«De tres puertas»: cuentan con tres apartados, uno de congelación, otro de refrigeración y un tercero que se puede usar para una de estas dos funciones según las necesidades. Al salir de vacaciones, quizás se necesite más congelador y utilizar este compartimento como refuerzo. Al regreso, puede volver a utilizarse como nevera.

5)Frigoríficos ecológicos: los frigoríficos para enfriar y aislar utilizan CFC (gases cloro fluoruro carbonados) que dañan la capa de ozono si se escapan. Los frigoríficos ecológicos reducen el uso de estos al 50%.

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