La basura electrónica

Ordenadores y móviles obsoletos constituyen la basura electrónica que daña nuestro medio ambiente si no hacemos uso de las instalaciones de reciclaje.
Por EROSKI Consumer 14 de junio de 2004

Los teléfonos móviles y los ordenadores en desuso, en su mayoría, no son tratados ni recogidos y se escapan al control de las autoridades. La Oficina Ambiental Europea estima que este año se han generado 7,5 millones de toneladas de estos residuos, y al año aumenta un 4%.

La corta vida de estas máquinas, cuyos modelos quedan pronto desfasados, hacen que se conviertan pronto en desechos y que el usuario, al no saber que hacer, los acabe tirando a la basura.

Se calcula que el 90% de este material va directamente a incinerarse a los vertederos, pese que la mayoría de estos aparatos tiene sustancias tóxicas como el cadmio, componente cancerígeno, que se usa en los circuitos impresos de los ordenadores para prevenir la oxidación. El plomo, que puede dañar el sistema nervioso, se usa en las soldaduras de los equipos electrónicos y en baterías e, incluso, en los tubos de los rayos catódicos. Y el bromo se aplica a las carcasas de ordenadores y de televisiones, en circuitos impresos y en aislamientos de plásticos.

Cada vez son más las empresas que empiezan a reciclar, pero la situación actual se caracteriza por una falta de organización que garantice el reaprovechamiento de estos materiales y evite su disgregación. Deben ser los mismos productores de las máquinas los que se hagan cargo de su reciclado, según las nuevas directivas europeas, bien por su cuenta o contratando a una empresa especializada. Con esto se encarecerá el producto, lo que permitirá a los fabricantes generar ingresos para costear los gastos de recogida selectiva y el reciclaje.

Estas normas de la UE, además de a la destrucción de los materiales peligrosos, aluden también a la reutilización de los materiales aprovechables y exigen reciclar a los estados miembros unos seis kilos de estos residuos por habitante y por año. Por ello existe la opción también de que sean los propios ayuntamientos quienes se encarguen de este cometido.

La campaña ya está en vigor y son más de tres mil los contenedores que podemos encontrar en los lugares de venta minorista y grandes superficies para los aparatos de reducidas dimensiones y, para hacer acopio de los de mayor envergadura, cada municipio posee ya las llamadas zonas verdes. Sólo en teléfonos móviles, se estima que este año se recogerán 4 millones de unidades.

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