En vacaciones son numerosos quienes abandonan por unas semanas sus hogares, pero también aumenta la presencia de cacos que pretenden aprovechar estos días para desvalijar las casas vacías. Como es frecuente por estas fechas, las fuerzas de seguridad tratan de concienciar a los ciudadanos sobre las medidas para evitar robos. Entre otras pautas, recomiendan guardar los objetos de valor en lugares seguros, pedir a un vecino que recoja el correo y no hacer demasiado evidente la marcha. Pero, además, el mal uso de las nuevas tecnologías puede dar pistas a los intrusos sobre la ausencia de ocupantes en la vivienda (chats, redes sociales…). En este artículo se explica que a los tradicionales sistemas para evitar robos se deben sumar otros más innovadores, pues ya no valen solo los habituales consejos para no ser víctima de alguna de estas acciones delictivas.
Mal uso de las redes sociales
El mal empleo de las redes sociales puede abrir las puertas de casa a los ladrones. Y es que a la vez que se incrementa el tráfico de información por estos medios, crece también el peligro de que la información llegue a personas no deseadas. Según Ángel Bahamontes, presidente de la Asociación Nacional de Tasadores y Peritos Judiciales Informáticos, «el mal uso de las redes sociales deja al descubierto datos como dónde vivimos, qué posesiones tenemos e incluso si estaremos fuera de casa por una temporada y hasta cuál será su duración».
El mal uso de las redes sociales deja al descubierto demasiados datos sobre nuestras costumbres y planes
De hecho, con tan solo leer los metadatos de una simple foto subida a una red social, se puede saber la geolocalización, día, hora, año… Y los perfiles de las redes sociales están repletos de fotos de las vacaciones de verano, mientras se está disfrutando de ellas, y llenos de frases como «en el aeropuerto dispuesto a coger el avión rumbo a…». Demasiadas facilidades que pueden ocasionar más de un disgusto.
Por eso, hay que impedir a toda costa que los ladrones sepan que una casa estará vacía durante unos días, y evitar así cualquier imprudencia. Para que las redes sociales no abran una puerta de información sobre los propietarios de un piso, es importante seguir una serie de recomendaciones:
1. No escribir en redes sociales nuestra dirección, información personal u otro tipo de datos que puedan resultar comprometidos.
2. Hay que configurarlas para que solo las personas más cercanas puedan acceder a nuestras publicaciones.
3. Evitar compartir de manera automática información sobre la geolocalización. Muchas aplicaciones llevan incluido este servicio, que no se debe utilizar en la medida de lo posible.
4. Aunque se desee que todo el mundo vea lo bien que uno se lo está pasando, hay que tratar de no publicar fotografías de las vacaciones, mientras se están disfrutando, o borrar la información contenida en las mismas.
Nuevos contadores eléctricos
Otro peligro de este verano son los contadores eléctricos de nueva generación. Desde estos aparatos se puede acceder a la información precisa para detectar si una casa es propicia para perpetrar una fechoría. Sirven para medir el consumo energético de los hogares, pero a la vez se constituyen como una amenaza real para los consumidores. El motivo es que su ubicación está fuera del inmueble y, por tanto, a la vista de cualquier persona.
Además, una luz que parpadea puede dar pistas sobre la actividad de la vivienda, al ser proporcional al nivel de consumo. Así, un parpadeo lento significa que solo están funcionando algunos aparatos o una pequeña luz, mientras que si es más intenso será señal de que hay actividad normal en esa casa. Una forma de subsanar este problema es instalar un temporizador en las luces que las encienda y apague durante el día, y así despistar a los ladrones.
Ningún método es por completo efectivo contra la visita de los ladrones, pero tomando algunas precauciones, se puede reducir sensiblemente la posibilidad de ser víctimas de un robo.
Una de las prácticas más efectivas consiste en instalar temporizadores para las luces, a fin de que, de esta manera, estas se apaguen y enciendan de forma automática a horarios predeterminados, dando la sensación de que la vivienda está ocupada.
Otra de ellas, más tradicional pero igual de resolutiva, se basa en pedir a familiares y amigos que se pasen con regularidad por casa durante el periodo de ausencia.
Dotar a la puerta de un cerrojo del elevada calidad y seguridad, que pueda soportar la acción de una palanca.
En los casos de mayor necesidad, se podrá contratar un sistema de alarmas (incluso conectado a las fuerzas de seguridad) para protegerse mejor ante estas visitas. Si bien requiere de un desembolso a través de cuotas mensuales o anuales, ayudará a pasar las vacaciones sin sobresaltos.