La cocina es una de las estancias en las que más malos olores se acumulan, debido a la presencia de algunos alimentos, el desagüe del fregadero o el cubo de la basura. Hay un sinfín de formas de eliminar estos desagradables olores sin tener que recurrir a agresivos ambientadores. Alimentos y productos tan habituales en la cocina como el vinagre, el limón o el bicarbonato pueden solucionar muchos problemas de este tipo. En este tipo de trucos, cada maestrillo tiene su librillo, pero desde aquí proponemos unos cuantos muy sencillos y prácticos:
La nevera es uno de los rincones de la cocina que más problemas presenta, pero hay innumerables modos de disimular el olor que provoca la mezcla de tantos alimentos. Un buen truco es introducir una corteza de limón exprimido en el frigorífico. Para que el efecto sea más intenso, se puede acompañar la corteza con bicarbonato sódico o sumergirla en un recipiente con leche. Un truco más sofisticado con el limón de punto de partida es el de cortar éste por la mitad y pincharlo por ambas partes con todos los clavos (especias) como quepan. Otros productos que ayudan a eliminar el mal olor en el frigorífico son el café molido y el carbón vegetal.
El microondas es otro de los electrodomésticos que acumulan malos olores. Una solución sencilla es introducir en él un vaso de agua con zumo de limón y poner el microondas en marcha durante un minuto para que la mezcla, al calentarse, intensifique su aroma.
El limón es también una excelente aliado para disminuir el hedor del cubo de la basura, esparciendo su corteza rallada en el recipiente. En este caso también sirve la corteza rallada de naranja. El mal olor en el desagüe del fregadero, en cambio, se solventa vertiendo por él dos cucharadas de sal y un chorrito de vinagre.
El pescado es uno de los alimentos que peor olor desprende, sobre todo al freírlo. Este desagradable tufillo puede desaparecer hirviendo un poco de vinagre blanco o colocando clavos de olor sobre la encimera de la cocina caliente. Otra opción es untar el pescado con limón o pasarlo por agua con leche antes de freírlo. También se puede añadir a la sartén una corteza de limón y un diente de ajo partido. Cualquiera de estos trucos tiene la ventaja de que, además de eliminar el mal olor, potencia el sabor del pescado.
Muchas verduras también se caracterizan por el hedor que desprenden al hervirlas. Una vez más, un chorrito de vinagre, preferiblemente blanco, en el agua de cocer la verdura hirviendo, puede solventar el problema. Otra versión igual de válida es echar un chorrito de leche al agua de hervir. En el caso concreto de las coles de Bruselas se recomienda poner en la tapa de la cazuela un trozo de pan empapado en vinagre o en zumo de limón.
Por último, un buen consejo para erradicar cualquier mal olor derivado de la comida es colocar tomillo, romero o laurel sobre una superficie caliente, como una sartén o una parrilla, para que con el calor desprendan en forma de vapor su aroma.