Estoy en paro, ¿debo renunciar a mi seguro?

Los desempleados pueden renegociar su cuota, buscar ofertas más baratas o darse de baja de manera temporal, sin tener que prescindir de un seguro
Por José Ignacio Recio 3 de enero de 2014
Img hombre crisis hd
Imagen: Amir Darafsheh

Los parados que tengan contratada una póliza de seguro y deseen aligerar los gastos derivados de su contratación tienen varias opciones: desde buscar y comparar las diferentes y continuas ofertas del mercado, hasta renegociar las cuotas con su aseguradora, sin que falte -en las situaciones más agudas- la posibilidad de darse de baja temporal en las correspondientes compañías, mutuas o seguros médicos particulares. Este artículo muestra estas posibilidades y detalla las propuestas de varias aseguradoras en este sentido.

¿Prescindir del seguro?

En momentos de crisis económica, es habitual que las personas que han engrosado las filas del desempleo decidan ahorrar gastos para afrontar sus necesidades más inmediatas y básicas, e incluso prescindir de muchos de los servicios o prestaciones de los que disponían hasta el momento. Los seguros son uno de los productos que están en la lista de revisión por parte de quienes llevan un tiempo sin empleo.

Los seguros son uno de los gastos de los que se prescinde cuando se lleva un tiempo en paro

En la mayoría de las ocasiones contrataron una póliza cuando tenían trabajo y podían asumir el gasto de sus cuotas mensuales, bien en formato de hogar, salud, accidentes u otros seguros más especializados para su actividad personal o profesional. Pero, llegado el momento de tirar de la tijera para reducir gastos, la estrategia pasa por aligerar el coste de estos productos, y darse de baja parcial o totalmente.

¿Qué opciones hay para no renunciar al seguro?

Los parados tienen ante sí varias alternativas, que no tienen que pasar por dejar de tener una póliza.

    La primera opción consistirá en buscar y comparar diferentes ofertas de los productos aseguradores y, si es preciso, cambiar de compañía. Se puede mirar la actual oferta de pólizas on line, cuyo coste global es más barato que las tradicionales, con cuotas mensuales más asequibles. Puede suponer el ahorro de unos cuantos euros todos los meses, y se mantienen las mismas prestaciones y servicios. Para ello, se debe realizar un proceso de búsqueda exhaustivo hasta que encuentre el producto que más satisfaga y cuyo presupuesto sea menor, aunque con similares prestaciones con respecto a la anterior póliza.

  • Otra alternativa es la de volver a negociar las cuotas, para lo cual hay que ponerse en contacto con la aseguradora y explicar el caso personal para tratar de obtener un nuevo presupuesto para el seguro, aunque sea de forma temporal. En este sentido hay que incidir en que las compañías disponen en el mercado de algunas pólizas diseñadas para clientes que están en situación de desempleo. Incluso cabe la posibilidad de que durante un periodo limitado (en torno a un año) estén exentas de pago con el fin de facilitar las condiciones del parado para hacer frente a este producto.

  • Si solo se hace un abono anual, se puede intentar fraccionar el pago en varias cuotas y, de esta forma, pagarlo poco a poco.

  • En los casos más agudos en que las personas desempleadas no puedan asumir el coste de su póliza, no habrá más opción que darse de baja temporal en las compañías, mutuas o seguros médicos particulares, con el fin de poder afrontar su nueva posición.

Por otra parte, es recomendable anular las pólizas que tengan duplicidades en sus prestaciones (hogar, salud, indemnizaciones por accidente…) y que suponen, por tanto, un gasto innecesario.

Soluciones de las aseguradoras

Algunas aseguradoras han tenido en cuenta en los últimos años la situación de estas personas, y han elaborado diferentes propuestas para que sus clientes no tengan que renunciar a este producto y puedan seguir con la empresa.

Allianz ha puesto en marcha una campaña con la que regala un año del seguro de automóvil, moto o vehículo comercial a los clientes que renueven su póliza y que se queden en situación de desempleo o sufran incapacidad temporal. A pesar de su interés estratégico, esta ayuda está restringida a quienes tengan mayor antigüedad en la compañía y no se especifica cuál es el periodo mínimo para poder acogerse a esta promoción.

Caser, por otra parte, ha incorporado otra prestación coyuntural a sus pólizas, como es que los asegurados que se queden en paro y sufran una avería mecánica o eléctrica grave cuyo importe no supere los 2.000 euros puedan ser cubiertos por la compañía, que abonará la totalidad de su factura. Eso sí, será necesario cumplir una serie de requisitos, como que los vehículos no superen los ocho años de antigüedad. Pero en el caso de que los clientes cumplan con el requerimiento impuesto por la aseguradora, se podrán beneficiar de esta ayuda, así como de la posibilidad de fraccionar los pagos.

Otros seguros, como los de salud, cubren el importe del tratamiento de los parados con incapacidad laboral u hospitalizados.

Aplazamiento de impuestos, comunidad de vecinos…

Los desempleados también podrán ahorrar tanto en sus obligaciones tributarias como en la de su comunidad de vecinos.

Sobre el primero de ellos, hay que preguntar en los ayuntamientos si cabe la posibilidad de un aplazamiento de impuestos.

Por lo que se refiere a la comunidad de vecinos, es habitual que durante cada ejercicio haya que afrontar una serie de gastos especiales (reformas, averías, instalación de servicios, imprevistos…) que requerirán del esfuerzo económico de todos sus miembros. En estos casos, las personas que se encuentren en paro deberán obtener el máximo apoyo entre sus vecinos para intentar demorar las obras menos urgentes. De no ser así, y si existe la posibilidad, su estrategia pasaría por pedir un aplazamiento de las cuotas de estos gastos, que debe contar con la aprobación de la comunidad de propietarios.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube