Ante la fragilidad de las pruebas, la mayoría de los científicos acepta que el testimonio más antiguo de «domesticación» del fuego se localiza en China, en unos sedimentos de 300.000 a 500.000 años de antigüedad. Pero arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén han presentado evidencias muy consistentes de que los homínidos ya sabían utilizar el fuego mucho antes, hace 800.000 años. Las pruebas proceden del yacimiento a cielo abierto de Benot Yaakov, en Israel. Situado a orillas de un antiguo lago, este yacimiento es muy conocido por el excelente nivel de preservación de los restos de madera fosilizada que han sido descubiertos en sus capas geológicas.
El equipo israelí, dirigido por Naama Goren-Inbar, analizó decenas de miles de semillas, trozos de madera y piedras para encontrar cualquier material con indicios de haber sido quemado. Las pesquisas tuvieron resultado positivo, ya que el 2% de las muestras mostraba signos de combustión. Ese dato es interesante porque si el origen de la combustión fue un fuego de origen natural, el porcentaje de piedras y madera quemadas habría sido muy superior. Además, las escasas piedras carbonizadas estaban discretamente agrupadas, lo que indica que probablemente se usaron para construir hogares que dieron calor, luz y la energía precisa para cocinar alimentos. En esas rudimentarias fogatas ardieron maderas de seis tipos diferentes de árboles, incluidos olivos.
Los autores de esas piras no fueron humanos modernos, sino homínidos más antiguos. Según detallan Naama Goren-Inbar y sus colaboradores, las fogatas ahora descubiertas pudieron ser obra del «Homo ergaster», el «Homo erectus» o quizá de unos «Homo sapiens» arcaicos.
De padres a hijos
Lo que sí parece claro, dado que las evidencias de fuego están distribuidas en varias capas sedimentarias, es que esa habilidad fue transmitida de generación en generación a lo largo de miles de años, lo que favoreció cambios en la dieta y en las interacciones sociales de esos grupos de homínidos. A la luz de los restos encontrados en el yacimiento hebreo, los antiguos pobladores de ese lugar al pie de un lago se dedicaban principalmente a la caza, aunque también recolectaban frutas.
La paleontóloga Paola Villa, de la Universidad de California, precisa que las pruebas presentadas por el equipo israelí son realmente contundentes. A su juicio, la capacidad para controlar el fuego se ha detectado en un enclave geográfico muy interesante, ya que la zona de Israel fue punto de paso de los homínidos que hace 800.000 años salieron de África para invadir Europa, un continente donde las temperaturas medias eran entonces mucho más bajas que en la actualidad.
Otros equipos han presentado pruebas muy sugestivas de especies africanas de homínidos que utilizaron mucho antes el fuego, pero esos hallazgos no son aceptados de forma generalizada por los científicos.