Hallan en Indonesia una nueva especie de homínidos diminutos que convivieron con el «Homo sapiens»

Se trata de la primera especie humana coetánea a la nuestra que se descubre desde hace más de un siglo
Por EROSKI Consumer 28 de octubre de 2004

Un equipo de paleontólogos australianos ha encontrado en una remota isla de Indonesia llamada Flores los restos de una nueva especie de homínidos que coexistió con los humanos modernos («Homo sapiens»), al menos hasta hace 12.000 años. Se trata del esqueleto parcial de una hembra adulta, que no superaba el metro de altura y tenía un cerebro del tamaño de un pomelo.

Tras analizar la combinación de rasgos arcaicos y modernos del esqueleto, los científicos de las universidades de Nueva Inglaterra (Australia) y Wollongong (Indonesia) indican en la revista «Nature» que pertenece a una nueva especie del género «Homo» a la que han llamado «Homo floresiensis». Los restos aparecieron en septiembre de 2003 al excavar sedimentos de la cueva Liang Bua con 18.000 años de antigüedad.

Los profesores Peter Brown, Mike Morwood y Bert Roberts matizaron ayer que, tras la última campaña de excavación en la cueva de Liang Bua, se dispone de restos de siete individuos. «Todos exhiben idénticas características que el primer esqueleto y corresponden a un rango temporal que ahora se extiende desde hace unos 95.000 años a 12.000 años», aseguró Roberts. La hipótesis de los científicos es que el «hombre de Flores» es un descendiente de «Homo erectus», especie originaría de África que también es antecesora de los humanos modernos. Hace dos millones de años, «Homo erectus» salió de África y comenzó a colonizar Asia hasta Indonesia. Según este equipo científico, el «hombre de Flores» podría ser descendiente de una población de «Homo erectus» que quedó aislada hace pocos cientos de miles de años en esa isla, evolucionando, como otras especies de mamíferos, hacia formas corporales enanas.

Descubrimiento sorprendente

El hallazgo es importante, sorprendente y con capacidad para cambiar muchos axiomas de la evolución humana, según el codirector del proyecto Atapuerca, Juan Luis Arsuaga. En principio, no se conoce ningún hallazgo equiparable en el sureste asiático. Además, es la primera especie humana coetánea a la nuestra que se descubre desde hace más de 100 años. Peter Brown dijo que, antes de este hallazgo, «se creía que los homínidos de tan baja estatura y cerebro tan pequeño caminaron por última vez en África hace 3 ó 4 millones de años. El descubrimiento de estos homínidos en una isla de Asia, con comportamientos modernos en la fabricación de herramientas y la caza de animales, es relevante. Nadie lo habría predicho en base a hallazgos previos».

Bert Roberts apuntó el sorprendente hecho de que esta especie coexistió en la escala temporal con los humanos modernos y los neandertales, lo que revela que la diversidad de especies humanas en tiempos recientes fue muy superior a lo sospechado. Los neandertales que vivieron en gran parte de Europa desaparecieron hace 30.000 años en la Península Ibérica, su último reducto. Y según los científicos australianos, «H. floresiensis» se extinguió con el arcaico elefante Stegodon tras una erupción volcánica hace 12.000 años.

El aspecto del «hombre de Flores» es bien diferente al nuestro. Y no sólo por estatura y tamaño cerebral. Algunos de sus rasgos anatómicos son más primitivos que los visibles en los «Homo erectus» más antiguos de Java. Los huesos que rodeaban la nariz y los de la pelvis eran especialmente robustos, casi tan primitivos como los de los australopitecos. Por el contrario, la forma de los dientes, así como el grosor y proporciones del cráneo, es claramente del género «Homo».

Capacidades cognitivas

Curiosamente, pese a su diminuta capacidad endocraneal (380 centímetros cúbicos), lo justo para albergar un cerebro de 433 gramos, el «hombre de Flores» tenía capacidades cognitivas y comportamientos elaborados. Durante las últimas excavaciones en la cueva de Liang Bua se han encontrado evidencias de que, además de fabricar sofisticados útiles de piedra, este homínido sabía utilizar el fuego y cazaba en grupo manadas de Stegodon. El hallazgo presentado hoy en «Nature» aporta, así, nuevos interrogantes al quedar patente que las capacidades intelectuales no estarían directamente relacionadas con el tamaño del cerebro en la historia de la evolución humana, sino con una complejidad neural.

El reto es encontrar ahora restos de los ancestros directos del «hombre de Flores». El profesor Brown precisó que se han hallado herramientas en la isla con 840.000 años de antigüedad, pero sin restos humanos asociados. De lo que no hay duda es que los ancestros de estos homínidos llegaron por mar, ya que esa isla nunca estuvo conectada con el continente. «Queremos investigar otros yacimientos en Flores, Java y Sulawesis para averiguar cuándo llegaron los homínidos a la región», señaló Mike Morwood.

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