Científicos de EE.UU. consiguen convertir células madre musculares en neuronas mediante un gen artificial

Este logro podría ser clave para el desarrollo de nuevos tratamientos contra el Parkinson o el Alzheimer
Por EROSKI Consumer 15 de abril de 2004

Científicos de la Universidad de Texas (EE.UU.) han dado un paso fundamental en la lucha contra las enfermedades relacionadas con el envejecimiento del cerebro. Estos investigadores han conseguido convertir células madre musculares en células que tienen la apariencia y actúan como las neuronas, algo que, según dicen, permite albergar esperanzas en la consecución de nuevos tratamientos para las enfermedades neurológicas, como el Parkinson o el Alzheimer. Aunque el remedio contra estas patologías no llegará en breve, este hallazgo supone un paso muy prometedor.

La transformación fue posible gracias a la utilización de un gen artificial, una técnica que supone -por sí sola- un logro importante en la biología de las células madre, según explican los investigadores del centro de Oncología D. Anderson en el artículo que publica hoy la revista especializada «Genes and Development». El gen artificial fue creado para activar un grupo de genes que se mantiene inactivo en las células musculares. Esos mismos genes fueron los que provocaron que las células madre que debían ser musculares acabaran convirtiéndose en otras nuevas con «todas las propiedades bioquímicas, fisiológicas y estructurales de las neuronas».

Las neuronas son las unidades fisiológicas del sistema nervioso; es decir, las células que lo caracterizan. Tienen la capacidad de estimularse y de conducir ese estímulo hasta otra célula y, así sucesivamente, hasta cualquier órgano. Por eso, son también las principales víctimas de las enfermedades neurológicas progresivas e incurables.

Algo asombroso

El hallazgo tejano demuestra, nuevamente, lo «extremadamente flexibles» que son las células madre, hasta el punto de que pueden convertirse en cualquier tipo de célula. «Es asombroso saber que se puede alterar la función final de una célula mediante una sola molécula», afirma Sahan Majumder, profesor de Oncología Genética y director del estudio.

La investigación se realizó con cultivos de mioblastos, que son las células embrionarias que originan la fibra muscular y que fueron inyectadas en el cerebro de ratones sanos, que no tuvieron ningún efecto negativo. Majumder está convencido de que «sería posible aplicar la misma técnica para cambiar la función final de otros tipos de células madre».

Inyectados los cultivos de mioblastos, el siguiente paso consistió en demostrar si estas nuevas células podían sustituir a las neuronas dañadas en el cuerpo, algo que supone un paso notable en la neurorregeneración. Hasta ahora, esa neurorregeneración se ha logrado mediante el uso de células de médula ósea, lo que ha suscitado grandes polémicas entre los miembros de la comunidad científica. Algunos investigadores han sugerido que las células procedentes de la médula ósea no siempre son válidas porque están contaminadas por células madre neurológicas o bien se fusionan con las que están en el cerebro y, por tanto, sólo hay una conversión en apariencia.

Para evitar este problema, los investigadores utilizaron un gen artificial al que llamaron REST-VP16, con una función opuesta a la de los llamados «genes represores». Majumder sostiene que su estudio no sólo sugiere que puede alterarse la función de las células madre, sino que también proporciona una nueva forma de impulsar esos cambios.

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