Científicos estadounidenses descubren células y vasos sanguíneos en los huesos de un dinosaurio

Aún no es posible saber si ese material biológico ha permanecido sin alteraciones sustanciales durante 68 millones de años
Por EROSKI Consumer 26 de marzo de 2005

Células aparentemente intactas y vasos sanguíneos se han preservado durante 68 millones de años en el fémur y otros huesos de un dinosaurio Tyrannosaurus rex, según detallan hoy científicos de la Universidad de Carolina del Norte, en un estudio que representa la más fascinante ventana para observar y comprender la biología de los dinosaurios.

Las venas detectadas, todavía flexibles y elásticas, no han fosilizado, lo que suscita la posibilidad teórica de extraer ADN de esos tejidos blandos, opina el profesor Lawrence Witmer, de la Universidad de Ohio, a la luz de este estudio publicado hoy en «Science». Los autores del descubrimiento son más cautos y explican que, hasta que no se hagan las pruebas pertinentes, no es posible anticipar si ese material biológico de dinosaurio se ha mantenido sin alteraciones sustanciales durante decenas de millones de años.

El fémur y otros huesos del esqueleto de un T. rex fueron descubiertos en el estado de Montana, en 2003, por el paleontólogo Jack Horner, uno de los más prestigiosos «cazadores» de fósiles de dinosaurios del mundo. Cuando los restos fosilizados fueron llevados a un laboratorio, la investigadora Mary Schweitzer, de la Universidad de Carolina del Norte, procedió a desmineralizar los huesos bañándolos en una solución ligeramente ácida. Sorprendentemente, a medida que el material fosilizado se disolvía, emergían de las capas internas del hueso vasos sanguíneos transparentes. «Estaba totalmente emocionada. No pude creerlo hasta que repetimos la operación diecisiete veces», aseguró la profesora Schweitzer a «Science».

El mismo proceso fue observado en huesos de otra especie de dinosaurios y de otro ejemplar de T.rex, el depredador más temible de cuantos habitaron la Tierra hasta hace 65 millones de años. En muchas de esas venas se descubrieron estructuras de color rojizo y marrón que parecen células. Dentro de ellas se aprecia la existencia de objetos más pequeños, de tamaño semejante al núcleo de las células de la sangre de las aves modernas. Además, el equipo de Schwitzer halló osteocitos, células donde se precipitan los minerales óseos, en buen estado de conservación.

La gran pregunta que ahora se hacen los científicos es si las células conservan su material original después de tanto tiempo. Y es que si así fuera se podría obtener mucha información inédita sobre los dinosaurios. «Hay una posibilidad razonable de que puedan contener proteínas que todavía estén intactas», apunta David Martill, de la Universidad de Portsmouth. En ese caso cabría analizar la secuencia de aminoácidos de esas moléculas y compararla con la de proteínas de otros seres vivos, un proyecto que contribuiría a esclarecer las relaciones evolutivas de los dinosaurios con todas las demás especies conocidas.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube