El tamaño de la cornamenta del ciervo refleja su fertilidad, según un estudio del CSIC

Esto explica que haya hembras que se van a un harén por iniciativa propia
Por EROSKI Consumer 28 de marzo de 2005

Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha concluido que la cornamenta de los ciervos no sólo es un arma eficaz de defensa, sino que tiene también una función de señalización de la fertilidad del macho, una información que es de interés para las hembras.

Los científicos Montserrat Gomendio y Eduardo Roldán han estudiado durante seis años un total de 15 poblaciones diferentes de ciervo ibérico en Castilla-La Mancha y Andalucía. «Queríamos estudiar dos cuestiones: de un lado, si la cuerna de los machos tiene funciones de señalización, es decir, si da información de aspectos de calidad del macho; y de otro, los factores que determinan que un macho sea más fértil que otro», explica Gomendio. Para ello utilizaron machos cazados en las monterías, a los que tomaban las medidas de la cornamenta, y después en el laboratorio se estudiaba la calidad seminal a partir de los testículos.

«Lo primero que descubrimos -indica Gomendio- es que hay muchas diferencias en la fertilidad de los machos, y que estas diferencias están relacionadas con dos de los factores de calidad seminal, el número de espermatozoides y la velocidad a la que éstos nadan». Posteriormente, los investigadores congelaron el semen y se inseminó a hembras, comprobando que los machos que reúnen estas dos características son los más fértiles. Cotejando estas variables de calidad seminal con las medidas y formas de las cornamentas, se dieron cuenta de que el tamaño de los cuernos va relacionado con ellas.

Frente a la idea de que a cuernos más grandes, los machos vencen en más peleas y por eso tienen harenes más grandes y más descendientes, los investigadores demuestran que cuanto mayor y más compleja es la cornamenta, es decir, cuantas más ramificaciones y aristas tiene, mayor es su fertilidad. Lo curioso, según Gomendio, es que estas variables de las medidas y formas de los cuernos son las mismas que se valoran en los trofeos de caza, que ahora pasan a tener «un significado biológico de capacidad reproductiva». Pero el estudio de los investigadores españoles sugiere también que esta información es de interés para las hembras para decidir con qué macho se aparean y que, además, es captada por ellas.

En los mamíferos, las hembras tienen dos intereses fundamentales sobre los machos, la fertilidad y la calidad genética. Por tanto, que el macho transmita esta información sobre su fertilidad a través de su cornamenta explica que haya hembras que se van a un harén por iniciativa propia, sin que haya mediado una pelea entre diferentes machos. Además, Montserrat Gomendio sugiere que este hallazgo podría ser generalizable a otras especies de mamíferos, cuyos machos podrían tener también unas características diferenciadas que cumplan esa función de señalización.

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