España sólo cuenta con 20.000 embriones congelados para investigar futuras terapias con células madre

El director del Centro Nacional de Trasplantes y Medicina Regenerativa cree que serán suficientes para empezar a trabajar
Por EROSKI Consumer 30 de abril de 2004

El número de embriones congelados que almacenan las clínicas españolas de reproducción asistida se aleja mucho de los 200.000 estimados hasta la fecha. Los bancos de congelación almacenan entre 80.000 y 90.000 embriones, según el último recuento oficial por autonomías que el Ministerio de Sanidad está a punto de cerrar. Rafael Matesanz, director del Centro Nacional de Trasplantes y Medicina Regenerativa (Cenatmer), avanzó ayer que de los 90.000 embriones, teóricamente, se podrán aprovechar 20.000 con fines de investigación por permanecer más de cinco años congelados. Pero de esa cifra, Matesanz estima que sólo serán válidos un 10%, lo que reduce a 2.000 el número de embriones utilizables en futuras terapias con células madre embrionarias. En este cálculo, tampoco se tienen en cuenta las negativas de los progenitores a donar sus embriones a la ciencia.

Sin embargo, la cifra de embriones disponibles para terapia celular podría aumentar si el nuevo Ministerio de Sanidad vuelve a cambiar la Ley de Reproducción Asistida, según dijo Juan Carlos Izpisúa, uno de los científicos más acreditados en la materia, que participó junto al director del Cenatmer en el simposio «El médico y la sanidad española», organizado por el periódico de la Organización Médica Colegial (OCM).

La última reforma dio por primera vez el visto bueno a la investigación con embriones, pero sólo con aquellos congelados antes de la entrada en vigor de la citada ley. Aunque el recuento reduce las expectativas científicas, Matesanz está convencido de que serán suficientes para empezar a trabajar. «Contamos con un capital importante que garantiza la investigación durante bastantes años», explicó.

Cautela

Izpisúa, por su parte, adujo que sería conveniente aprobar la clonación terapéutica, al tiempo que argumentó que es necesario extremar las cautelas antes de introducir en la práctica clínica las terapias celulares. No en balde, experimentos como los trasplantes de células fetales en el cerebro para curar el Parkinson, aunque al principio surtieron resultados espectaculares, a la postre fracasaron debido a que las células se desarrollaron de manera tan desordenada que produjeron cáncer en el paciente.

En este sentido, el científico, que trabaja en el Instituto Salk de San Diego (EE.UU.), consideró necesario que los ensayos que se realicen en España estén coordinados por el Centro Nacional de Trasplantes y Medicina Regenerativa, cuya puesta en funcionamiento debe ser refrendada por la nueva ministra de Sanidad, Elena Salgado.

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