La Unión Europea (UE) y Japón se han comprometido hoy a acelerar las negociaciones para alcanzar un acuerdo sobre la sede del Reactor Experimental de Termofusión Internacional (ITER, sus siglas en inglés) antes de julio de 2005, después de una reunión en Tokio entre el comisario europeo de Investigación, Janez Potocnik, y el ministro japonés de Ciencia y Tecnología, Nariaki Narayama.
Ambos mandatarios coincidieron en señalar durante el encuentro que este proyecto, que proporcionará energía barata, limpia y casi inagotable, es «de la mayor importancia para el futuro de la Humanidad», y debería realizarse «tan pronto como sea posible» con las seis partes implicadas (UE, Japón, Rusia, China, EE.UU. y Corea del Sur).
Las negociaciones sobre el ITER están estancadas desde noviembre de 2003 a causa del enfrentamiento entre Japón, que defiende la candidatura de la ciudad nipona de Rokkasho y cuenta con el apoyo de EE.UU. y Corea del Sur, y la UE, que apuesta por la ciudad francesa de Cadarache, sede respaldada por Rusia y China.
Si Cadarache se convierte en la ubicación definitiva del ITER, España albergaría la Agencia Europea de Fusión, organismo encargado de controlar todos los contratos para la construcción, la aportación industrial y la I+D del proyecto.