Los mayores de 45 años, empleados o en el paro, regresan a las aulas. Cada vez son más quienes se interesan por estudiar de nuevo, en un intento por ascender en su empresa o mejorar las posibilidades de acceso a un trabajo remunerado. Quienes tienen más de 40 años y experiencia laboral o profesional acreditada en el ámbito de la titulación que desean cursar tienen acceso directo a los estudios. Los mayores de 45 que no acrediten esta experiencia deben superar una prueba específica de acceso a la universidad. En este artículo se explican diferentes motivos para estudiar a partir de los 45 años y las ventajas de realizar un curso para preparar las pruebas de acceso.
Motivos para estudiar a partir de los 45 años
Mejorar la formación para ascender en la empresa, incrementar las posibilidades de conseguir un empleo, lanzarse al autoempleo o mantenerse intelectualmente activos. Estas son las cuatro razones principales por las que cada vez más personas mayores de 45 años se enfrentan a las pruebas de acceso a la universidad para obtener una titulación.
Mientras en 2010 un total de 5.404 se presentaron a las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 45 años, el año pasado se registraron 5.954, medio millar más en todo el país. De ellos, más de la mitad aprobaron, un 57,20% en 2010 y un 65,8% en 2011. El interés por regresar a las aulas es cada vez mayor. Se pretende mejorar la formación para ascender en la propia empresa o incrementar las posibilidades de conseguir un empleo, si se carece de este.
El acceso a la universidad para mayores de 45 años mejora las posibilidades laborales, favorece el autoempleo y ejercita la memoria
En época de crisis, se mira hacia la universidad. Las personas desempleadas tienen la oportunidad de mejorar su formación para ampliar las posibilidades de acceso a un empleo. Incluso en ciertos casos es posible optar a un periodo de prácticas, que a menudo supone una puerta de entrada a una empresa.
Las personas empleadas, por su parte, continúan su formación ante la posibilidad de lograr un ascenso en su empresa. Cuantos más conocimientos se adquieren, más son las opciones de promocionarse, puesto que se está en una posición de superioridad respecto al resto de los compañeros.
Otra opción para quienes se centran en su formación es la posibilidad de lanzarse al autoempleo con la creación de su propia empresa. El hecho de ampliar los conocimientos da seguridad a quienes estudian, que quizá animados por esta circunstancia y en un momento de incertidumbre laboral, deciden poner en marcha su propio proyecto.
Pero además hay quienes estudian a partir de esta edad por placer, para mantenerse intelectualmente activos y no perder aptitudes frente al estudio. Acudir a la universidad es un modo de activar la mente, además de dar la oportunidad de relacionarse con numerosas personas con quienes se comparten inquietudes. «Estudiar a partir de la mediana edad ayuda a ejercitar la memoria, evita la depresión y mantiene al estudiante en constante aprendizaje», señalan desde el Instituto Superior de Estudios (ISED).
Curso de acceso a la universidad para mayores de 45 años
Uno de los requisitos para presentarse a las pruebas de acceso a la universidad a partir de los 45 años es carecer de un título que permita la matriculación. Esto significa que quienes estudien una carrera universitaria contarán con una ventaja añadida en el momento de optar a un puesto de trabajo, puesto que mejorarán su formación respecto a la anterior.
Las pruebas de acceso a la universidad comprenden un comentario de texto y un examen de lengua castellana, que se pueden preparar en un curso previo específico
Las personas mayores de 45 años se presentan por libre a las pruebas de acceso a la universidad, pero quienes no sepan por dónde empezar a estudiar, pueden realizar un curso previo enfocado a la realización de estos exámenes. La formación está centrada en lo que se pide en ellos, de manera que aumenten las posibilidades de aprobarlos.
En este caso, las pruebas son tan solo dos: un comentario de texto o desarrollo de un tema general de actualidad y un examen de lengua castellana. En ocasiones, es posible que sea necesario superar también un examen de la lengua cooficial de la comunidad donde se estudie. El objetivo es conocer la capacidad de razonamiento de los futuros alumnos, así como su dominio de la expresión escrita. Tras estas pruebas, cada candidato pasa por una entrevista personal y es después cuando se emite la resolución.
La entrevista es un proceso sencillo. Se pregunta al futuro alumno por los estudios que desea cursar, el motivo de su elección o sus capacidades para tener éxito durante la formación. Otras preguntas que pueden formularse en la entrevista hacen referencia a los conocimientos que se tienen acerca del centro donde se quiere estudiar, la trayectoria académica anterior o la experiencia laboral.
El Instituto Superior de Estudios asegura que los estudiantes que se preparan para las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 45 años están más motivados que los menores de 25, además de tener un mayor rendimiento en el aula, quizá porque comprenden mejor la importancia de formarse como elemento indispensable para mantenerse en el mercado laboral.