Más de tres millones y medio de gatos viven en los hogares españoles. Pero, ¿de verdad sabemos cómo andan estos elegantes y cercanos felinos? La respuesta es que no siempre, afirman los expertos. Y la culpa no solo es nuestra: la mitad de las ilustraciones, dibujos y hasta juguetes que representan el modo de caminar de los gatos son erróneos, advierten los investigadores. En este artículo se explica cómo caminan los gatos, por qué son tan eficaces y por qué hay expertos que les llaman los caminantes perfectos.
Perros y gatos, ¿de verdad sabes cómo andan?
Casi cinco millones de perros y 3,5 millones de gatos conviven en los hogares españoles, según el censo de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía. Pero, ¿tenemos claro cómo logran andar estos millones de amigos de cuatro patas que viven a nuestro lado? La respuesta, según los científicos, es que no.
«Casi la mitad de los anatomistas, ilustradores de libros de texto y de dibujos para museos, taxidermistas y hasta diseñadores de juguetes se equivocan cuando representan la forma de caminar de perros, gatos y otros cuadrúpedos como el caballo», afirma el científico Gábor Horváth, de la Universidad Eötvös, de Budapest (Hungría).
Gatos y perros levantan primero su cuatro trasero izquierdo y después el delantero al caminar, por lo que sendas patas del mismo lado permanecen unos instantes suspendidas
Perros y gatos adelantan primero su cuarto trasero izquierdo y después su cuarto delantero izquierdo. Esta secuencia se repite luego en la mitad derecha de su cuerpo. La serie del movimiento de las patas al andar es la siguiente: izquierda-trasera, izquierda-frontal, derecha-trasera, derecha-frontal. Y vuelta a empezar.
Esto implica que durante unos breves instantes las dos patas del mismo lado del gato o perro permanezcan en el aire al mismo tiempo. Una situación que, sin embargo, solo la mitad de los ilustradores parecen apreciar: sus dibujos muestran con demasiada frecuencia cómo las patas delanteras y traseras andan acompasadas, algo que no se corresponde con la realidad.
«Todos los cuadrúpedos andan del mismo modo, solo difiere el modo de sincronizar la secuencia, ya que unos son más rápidos que otros», explica Horváth. Los resultados de su investigación han sido publicados en la revista científica ‘Current biology’.
Gatos, unos caminantes perfectos
El orden de movimiento del gato al caminar no es azaroso. «Esta secuencia permite al felino mantener el mayor equilibrio posible mientras camina con el mínimo gasto de energía», explica el neurólogo Francesco Lacquanti, de la Universidad de Roma, autor de la investigación ‘Patrones motores al andar‘.
Los gatos pisan con su pata trasera en el mismo lugar donde dejó huella la delantera, una cualidad que les hace ganarse el sobrenombre de caminantes perfectos
No todo es cuestión de ritmo y secuencias, sin embargo, cuando se trata de caminar. La ligera clavícula del gato y su estrecho torso también ayudan al felino es su peculiar, ligero y efectivo modo de andar. «Los gatos son caminantes perfectos, ya que pisan con su pata trasera casi en el exacto lugar donde dejó la huella su pata delantera«, dice Wendy Christensen, autora de ‘Cómo persuadir al gato’ (Lyons press, 2004).
Una estrategia en la que el felino implica numerosos músculos de su cuerpo y que le permite avanzar con el menor esfuerzo posible.
Errores en libros de texto, museos y manuales veterinarios
El sigiloso y eficaz caminar felino no ha valido, sin embargo, para llamar la atención de los ilustradores más perezosos. Horváth detectó incrédulo numerosos errores en las ilustraciones que trataban de captar el modo de caminar de perros y gatos, incluso en aquellas halladas en museos de ciencias naturales, así como las utilizadas en los libros de enseñanza y hasta en algunos manuales de veterinaria.
El descubrimiento despertó su interés, por lo que decidió comprobar si estos descuidos eran solo mera casualidad o si, por el contrario, se trataba de un error sistemático que valía la pena destapar. ¿El resultado? La mitad de las representaciones resultaron ser erróneas.
¿Estos fallos implican que la ciencia desconoce el modo de caminar de perros y gatos? Nada más lejos de la realidad. Los científicos comprenden bien cómo andan los cuadrúpedos desde los trabajos de locomoción animal realizados por el fotógrafo e investigador Eadweard Muybridge ya en la década de 1880. Entonces, ¿por qué los dibujantes y diseñadores de juguetes aún cometen tantos errores?
Resulta que los fallos repetidos denotan una sencilla clara falta de interés por parte de los autores más holgazanes, que solo parecen haberse dedicado a copiar otras representaciones anteriores también erróneas. «Pero el descuido es especialmente preocupante ahora que las cámaras de alta velocidad e internet ofrecen la posibilidad de analizar el modo de caminar de los animales sin moverse de casa», zanja Horváth.