La primera planta de electricidad generada con cáscaras de macadamia, nueces producidas en Australia, ha comenzado a funcionar esta semana en el Estado australiano de Queensland. Se calcula que esta central abastecerá el primer año a un total de 1.200 viviendas.
La planta es gestionada por Ergon Energy, compañía eléctrica propiedad del Gobierno local, y la firma Suncoast Gold Macadamias, la tercera mayor productora de dicho fruto seco en el mundo. «El 20% de la electricidad generada será utilizada por la propia empresa productora de macadamias y el 80% restante se exportará a la red eléctrica nacional», señaló Shane Harkin, director de industrias de Ergon.
El interés ecológico del proyecto, que ha costado casi dos millones de dólares, radica en el hecho de que «no se utilizan carburantes fósiles, como el carbón, sino que en su lugar se emplea un material orgánico», indicó Harkin.
Sólo el primer año de operación, los responsables de la planta estiman que se reducirán los gases que producen el efecto invernadero en unas 9.500 toneladas, lo que equivale a eliminar más de 2.000 coches de las carreteras, mediante el uso de 5.000 toneladas de cáscaras de macadamia, 1.680 kilos cada hora, para producir 1,5 megavatios de electricidad.
Harkin aseguró que el sistema empleado por la planta energética puede ser replicado en un amplio abanico de industrias, utilizando cacahuetes, madera, carne, trigo o cualquier otro tipo de grano, cuya cáscara o desperdicios generen calor.