Bicicletas eléctricas plegables

Las bicicletas eléctricas plegables pueden facilitar el uso de este modo de transporte ecológico y saludable
Por Alex Fernández Muerza 30 de junio de 2014
Img bici electrica plegable hd

Unir lo mejor de las bicicletas eléctricas y las plegables. Con esta idea, los modelos eléctricos plegables se postulan para aumentar el uso de este medio de transporte, el más ecológico, económico y saludable, idóneo para desplazamientos urbanos y evitar así el caro y contaminante coche. Este artículo explica qué son las bicicletas eléctricas plegables, sus ventajas e inconvenientes, qué hay que saber antes de conseguir una y a qué ayudas se puede acceder para comprar una.

Bicicletas eléctricas plegables: ventajas e inconvenientes

Las bicicletas eléctricas plegables combinan las ventajas de ambos sistemas
Las bicicletas plegables pueden ser la solución frente a la falta de espacio para guardarlas o transportarlas. Por otro lado, para recorridos con cuestas, distancias largas, o para personas mayores, con poco fondo físico o que no quieren llegar sudadas al trabajo, se recomiendan las bicicletas eléctricas.

Pero las personas que quieren las características de ambos sistemas pueden optar por las bicicletas eléctricas plegables, que presentan las siguientes ventajas:

  • Ayudan al usuario en la pedalada, de manera que no importa la edad, la condición física, las cuestas o una distancia que pudiera hacerse en exceso larga.
  • Son más ecológicas que los vehículos de combustible, aunque utilizan electricidad, la cual no suele provenir de fuentes 100% renovables.
  • Suponen un cierto ejercicio físico saludable, a pesar de que requieren un menor esfuerzo.
  • Ocupan poco espacio y pueden guardarse en apartamentos pequeños o en lugares públicos como oficinas, cines, tiendas, etc., evitando así dejarla en la calle.
  • Facilitan el transporte combinado con medios públicos, que en ocasiones restringen el acceso de las bicicletas convencionales. De esta manera se puede llegar a más lugares sin automóvil.
  • Pueden llevarse en coches, caravanas, barcos, aviones, etc. cuando se viaja fuera, sin necesidad de un portabicicletas.

En cuanto a los inconvenientes frente a las bicicletas convencionales:

  • Son más caras, y por tanto, hay que tener más cuidado para evitar su robo. La batería tiene un número limitado de cargas con el consiguiente coste para sustituirlas.
  • Necesitan más cuidados. Si bien la tecnología ha mejorado de forma considerable, sus componentes requieren un mantenimiento.
  • Pesan más, aunque también se ha logrado reducir los kilos y el tamaño de los componentes más pesados, como el cuadro, el motor o la batería.
  • Tienen una menor capacidad de carga para bolsas u otro tipo de equipaje extra.
  • No son muy cómodas para distancias muy largas, dada la postura del pedaleo o su tamaño.

Qué hay que saber antes de conseguir una

Estas bicicletas usan un sistema de pedaleo asistido por motor eléctrico. Por tanto, no son motocicletas, y no requieren permiso ni seguro para conducirlas. Por ley, la bicicleta no se mueve hasta que el usuario pedalea, y el motor, cuya potencia máxima es de 250 W, deja de funcionar a los 25 km/h. Además, no puede pesar más de 40 kilos.

La bicicleta eléctrica plegable debe llevar los siguientes elementos adicionales a una convencional: un motor (hay varios modelos según su potencia, eficiencia y forma de funcionamiento, y puede ir en diferentes lugares); una batería recargable (hay de plomo, de níquel-cadmio, de ion-litio o de polímero de litio); un receptor y un controlador de la pedalada; y un indicador de carga de la batería.

Al elegir un modelo es importante tener claro el uso que se le dará y sus prestaciones en cuanto a volumen, peso, robustez, o duración y autonomía en kilómetros de la batería. Si el tamaño reducido es uno de los factores primordiales, hay modelos supercompactos, pero no son recomendables para distancias largas. Los modelos con rueda de 16 pulgadas ofrecen un pedaleo más cómodo. Por ello, es aconsejable probarla antes de comprar una y asesorarse bien.

Los precios pueden oscilar entre 500 euros y más de 3.000 euros. En el mercado se pueden encontrar muchas marcas, modelos y diseños, tanto españolas (Monty, Ecobike, Ciclotek, Apache, etc.) como extranjeras (Dahon, Yamimoto, Gocycle, Uterrain, Flyer, etc.). Las bicicletas convencionales también se pueden motorizar mediante kits a la venta que incluyen motor, batería y sistema de control.

Ayudas para comprar una bicicleta eléctrica plegable

El Gobierno ponía en marcha en marzo el Plan PIMA Aire 3, para ayudar a los consumidores en la adquisición de diversos tipos de vehículos eléctricos e híbridos, entre ellos las bicicletas con pedaleo asistido por motor eléctrico. En concreto, para recibir los 200 euros en esta modalidad, tienen que cumplir la Norma UNE-EN 15194:2009, llevar batería de litio, tener una autonomía mínima en modo eléctrico de 20 km y contar con una identificación a través del número de bastidor o sistema indeleble y el número de serie de la batería.

Las subvenciones se pueden recibir a través de los puntos de venta adheridos a la convocatoria del Plan. Sus representantes deben estar identificados para tal fin e informar al consumidor. Ante cualquier duda es recomendable contactar con el Instituto para la Diversificación del Ahorro Energético (IDAE), el organismo público responsable de gestionar dichas ayudas.

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