Bicicletas reclinadas

Las bicicletas reclinadas superan en comodidad, rapidez y seguridad a las convencionales
Por Alex Fernández Muerza 25 de julio de 2013
Img bicicletasreclinables

Pedalear como en un sofá. Las bicicletas reclinadas son más cómodas, rápidas y seguras que las convencionales. Por ello, algunos de sus usuarios aseguran que son el futuro del ciclismo y que cuando se prueban, ya no se quiere subir a las de siempre. Este artículo explica qué son las bicicletas reclinadas y sus ventajas, cómo conseguir una bici de este tipo y saber más de ella, además de los desafíos para su extensión.

Bicicletas reclinadas, ¿el futuro del ciclismo?

Algunos usuarios aseguran que las bicicletas reclinadas son «el futuro del ciclismo»
La posición del ciclista en una bicicleta reclinada es horizontal, y su cuadro es más alargado, de forma que se apoya toda la espalda en un asiento ergonómico. Por ello, sus usuarios destacan varias ventajas. Algunos incluso aseguran que son «el futuro del ciclismo», y que una vez que se prueban ya no se quiere ir más en las convencionales, a las que denominan «potros de tortura»:

  • Más cómodas y confortables: el ciclista reparte mejor su peso y su presión. Espalda, hombros, cervicales, brazos, muñecas y, sobre todo, trasero no sufren como en las convencionales. La incómoda badana del culote ya no es necesaria. Así lo señala por ejemplo un estudio que compara los efectos en la salud de ambos tipos de bicicletas. La postura también supone pasar menos frío en invierno y menos calor en verano, un confort que aumenta con los parabrisas aerodinámicos.
  • Más aerodinámicas y rápidas: su resistencia al viento es del 60% respecto a la de una convencional. Su usuario puede pedalear con mayor fuerza al apoyarse en el asiento y las combinaciones de plato y piñón pueden ser mayores. Todo ello se traduce en una mayor velocidad que las convencionales en llano y, sobre todo, en bajadas. Los récords de velocidad con vehículos de propulsión humana los poseen modelos reclinados. El canadiense Sam Whittinghan alcanzó los 130 km/h con una de ellas. La Unión Ciclista Internacional (UCI) las prohibió en 1934 para competiciones oficiales por superar claramente a las convencionales, una decisión que las apartó del público general.
  • Se disfruta más de las vistas: la visibilidad es mayor, su usuario posee una perspectiva más natural y panorámica, sin la postura forzada de las convencionales.
  • Más seguras: al ir reclinados y más cerca del suelo, las caídas tienen en principio menos efectos negativos. Además, se pueden frenar con mayor «dureza», tienen un mejor apoyo y un menor riesgo de vuelco hacia delante. En las curvas se puede pedalear sin tocar el suelo con los pedales.
  • Pueden llevar más y mejor equipaje: alforjas o similares se pueden distribuir mejor y en mayor cantidad, tanto en los laterales como bajo el asiento. No hay riesgo de tocarlas con los tacones al pedalear, como ocurre a veces con las convencionales.

Cómo conseguir una bici reclinada y saber más de ellas

En España es difícil conseguir una bicicleta reclinada, pero no imposible. Las empresas Bike Tech y 3ike las importan y venden en Barcelona y Madrid, respectivamente. La empresa catalana Bicicletas y triciclos JM fabrica triciclos reclinados (trikes). Como fabricantes más cercanos se encuentran la empresa francesa Airodin Sports y la italiana Ecobent.

Dependiendo de los modelos, los sillines de algunas son más bien sillones, que permiten reposar nalgas, hombros y cabeza. El manillar puede estar tanto por encima (al estilo de las motos «chopper») como por debajo del asiento. Las ruedas pueden ser de diferentes tamaños, aunque normalmente la delantera es más pequeña. El pedalier se puede encontrar en varios lugares, aunque la posición más común es delante de la rueda delantera.

Algunos de sus usuarios se han organizado para intercambiar información, experiencias u organizar salidas. En la web «Camina la Vida» proponen cursos de iniciación, fotos y vídeos o diversas rutas para realizar en verano, por lugares tan bellos como la Costa Brava o La Garrotxa en Cataluña, o el Canal du midi et de la Robine, en Francia, «el paraíso de los cicloturistas». La revista on line ‘BRzone‘ está especializada en bicicletas y triciclos reclinados. El foro de debate Granabike reúne a los usuarios de estas bicis para compartir datos, proyectos de autoconstrucción, materiales, etc.

Desafíos de las bicicletas reclinadas

Las bicicletas reclinadas tienen varios desafíos que superar para generalizarse. En cualquier caso, sus defensores señalan que no son insalvables y que las ventajas merecen la pena, en especial para un uso cicloturístico normal:

  • Más caras: al ser poco conocidas, no se fabrican en masa y su precio es mayor. Como sus componentes son similares a los de las convencionales, algunos usuarios se animan incluso a fabricarlas.
  • Pesan más y suben peor las cuestas: son algunos kilos más pesadas, aunque con la mejora en el diseño y los materiales se nota cada vez menos. Por su forma y tamaño son más difíciles de guardar en casa, de transportar, etc., y hay que organizarse mejor. En las cuestas no son tan rápidas como las convencionales, pero sus defensores aseguran que no es tanta la diferencia.
  • Requieren un aprendizaje previo: su forma de utilizarlas es diferente, pero como ocurre con las convencionales, se aprende con la práctica. Además, ponen en acción otros músculos.
  • Tienen peor visibilidad: al ser más bajas se ven menos desde un coche y, por ello, hay quien les coloca banderines. No obstante, algunos usuarios aseguran que al ser «tan raras», los automovilistas se fijan más y van más despacio. La visibilidad trasera es más reducida, pero se soluciona con unos espejos retrovisores.
  • Menos maniobrables en ciudad y en terrenos difíciles: se cuelan peor entre los coches en un atasco, no pueden levantar la rueda delantera para subir bordillos, etc.

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