Biodiversidad

La conservación de la biodiversidad debe realizarse protegiendo las especies y los hábitats en los que viven
Por EROSKI Consumer 17 de noviembre de 2005

La biodiversidad se refiere a la variedad de formas de vida del planeta, a la riqueza biológica. El término, acuñado en 1988 por el biólogo norteamericano Edward Wilson, alude a la necesidad de que exista una cantidad suficiente de especies de seres vivos en una proporción adecuada. Por tanto, si una especie se extingue, la biodiversidad se empobrece, aunque se trata de un proceso natural, al igual que la aparición de nuevas especies. El peligro reside en que el ser humano, con prácticas tan nocivas como la sobreexplotación de los recursos naturales o la contaminación en sus diversas formas, está rompiendo este equilibrio, provocando una aceleración en la pérdida de la biodiversidad que no puede ser compensada con la aparición de nuevas especies.

Los científicos apuntan a que podrían existir hasta unos 30 millones de especies vegetales y animales en el planeta, aunque tan sólo se han identificado o se tiene conocimiento de un millón y medio aproximadamente. Por lo tanto, la cifra exacta de pérdida de diversidad no se puede precisar con exactitud, pero se estima que cada año desaparecen de la Tierra unas 18.000 especies de animales y plantas, de las cuales la mitad ni siquiera se conocen. Y lamentablemente, algunos estudios apuntan a que, de seguir con esta escalada de destrucción provocada, para dentro de 50 años, el 40% del patrimonio natural se verá afectado.

Los bosques tropicales constituyen el almacén clave de la diversidad biológica del mundo.

Los bosques tropicales constituyen el almacén clave de la diversidad biológica del mundo
En un espacio que representa el 6 % de la superficie total de la Tierra, se ofrece cobijo a más de la mitad de todas las especies. De ahí que sea especialmente importante su conservación, algo que dista mucho de la realidad, con prácticas de agricultura y deforestación muy agresivas. Por su parte, España es un país que goza de la mayor biodiversidad de Europa, como subrayan desde la Fundación Biodiversidad: el 50% del territorio protegido de la Unión Europea (UE) se encuentra en nuestro país, que sirve de hogar al 74% de las especies de aves y el 79% de las de mamíferos.

¿Y qué puede importar que desaparezcan algunas especies? Las consecuencias son tan graves que ponen el peligro el futuro de la humanidad. Una pérdida de diversidad motiva que la estabilidad biológica de las especies sea muy baja, lo que conlleva que se vuelvan más vulnerables frente a plagas, enfermedades, o el deterioro de los ecosistemas en donde viven. Asimismo, la biodiversidad de la Tierra ofrece una serie de recursos en alimentación, medicina, energía, industria, etc. que el ser humano aprovecha desde hace miles de años y que se incrementa a medida que se van conociendo nuevas especies y aplicaciones. Por ejemplo, de las 350.000 especies de plantas catalogadas hasta el momento, 21.000 han sido identificadas para usos medicinales, 7.000 han sido cultivadas alguna vez, y unas decenas constituyen la base de la alimentación mundial.

Los expertos señalan por tanto que las medidas para proteger la biodiversidad son fundamentales para el desarrollo sostenible de la humanidad, esto es, utilizando un modelo de crecimiento económico que satisfaga las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras, algo que no se está haciendo en la actualidad. Por ello, la conservación de biodiversidad debe ser un motivo especial de preocupación. En este sentido, la UE ha generado instrumentos jurídicos de obligado cumplimiento por los estados miembros, y en el caso español, por las diferentes comunidades autónomas. Así, la conservación de las especies más representativas de la fauna ibérica es un tema prioritario a nivel estatal y europeo, con programas financiados, como el LIFE-Nature, que persiguen la conservación de las especies de fauna y flora más amenazadas.

Cómo ayudar a conservar la biodiversidad

Como planteamiento general, la conservación de la biodiversidad debe realizarse protegiendo las especies y los hábitats en los que viven, teniendo en cuenta los ecosistemas enteros, para lo que las medidas legales y los planes de gestión y conservación son imprescindibles.

Por su parte, los consumidores son parte importante en este proceso, puesto que la sensibilización por el deterioro del medio ambiente les debe llevar a tomar acciones ecológicas en su vida cotidiana. Reducir, reutilizar y reciclar, evitar comprar productos que contengan sustancias nocivas para el medio ambiente o que se hayan obtenido o creado de manera anti-ecológica o hacer un consumo energético racional son algunos de los consejos ecologistas básicos que deberían estar en nuestras mentes para conservar la biodiversidad, y en definitiva, para conservar nuestro presente y futuro.

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