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Este ha sido precisamente el mensaje de la Semana Mares para Siempre 2025, una iniciativa que se ha desarrollado del 31 de marzo al 6 de abril —aunque su mensaje está vigente todo el año— y cuyo objetivo consiste en movilizar a consumidores, comercios y productores en favor de un consumo más consciente y sostenible de los productos del mar. ¿La propuesta? Que cada persona, al elegir qué pescado o marisco comprar, revise, se informe, actúe eligiendo pescado sostenible de MSC (Marine Stewardship Council). Que haga check por el océano.
¿Qué es este ‘check’ y por qué importa?
En este contexto, hacer check no es marcar una casilla, sino adoptar una actitud. Este gesto sencillo representa una decisión consciente: elegir pescado procedente de pesquerías certificadas que cuidan el medio marino, respetan los tiempos de regeneración de las especies y aplican buenas prácticas pesqueras.
Este gesto tiene aún más fuerza por estar integrado visualmente en el Sello Azul de MSC, una de las certificaciones más reconocidas a nivel mundial en pesca sostenible. El check se convierte así en símbolo de garantía y compromiso.
Una iniciativa con propósito y alcance
Del 31 de marzo al 6 de abril, MSC ha organizado su quinta edición de su Semana de la Sostenibilidad, su Semana Mares Para Siempre. Esta iniciativa, organizada por MSC en colaboración con más de 100 partners de diversa índole, entre ellos EROSKI, se ha desplegado en supermercados, medios, redes sociales, centros educativos y un espacio pop-up en el Mercado de la Paz de Madrid.
Durante esa semana, miles de personas pudieron conocer mejor qué hay detrás del pescado que compran, cómo identificar el que proviene de fuentes sostenibles y por qué su elección es tan relevante, además de conocer de primera mano qué productos están disponibles en el mercado español con Sello Azul de pesca sostenible de MSC.
La iniciativa contó con el apoyo de rostros conocidos en redes sociales como @paufeel, @ugar90 y @personalxef, que compartieron contenidos relacionados con consumo responsable, sostenibilidad y alimentación consciente, llegando a millones de seguidores.

Una elección que suma
Elegir pescado sostenible no es un gesto aislado. Es una forma de apoyar a las comunidades pesqueras que trabajan con respeto al mar, de contribuir a la salud del planeta y de asegurar que las próximas generaciones también puedan disfrutar del océano y de sus recursos.
Y cada vez hay más opciones para hacerlo. En España, más de 1.200 productos llevan el Sello Azul de MSC, disponibles en diferentes formatos: fresco, congelado, en conserva o preparados. Esto facilita que el consumidor pueda optar por alternativas sostenibles sin complicaciones, tanto en grandes superficies como en tiendas especializadas.
¿Qué puede hacer el consumidor?
Durante la iniciativa se promovieron una serie de acciones sencillas que cualquier persona puede incorporar en su día a día, entre ellas revisar el etiquetado del pescado y marisco que compramos: buscar certificaciones como el Sello Azul de MSC u otras indicaciones de origen sostenible, además de compartir lo aprendido en casa, con amistades o en redes sociales. La información empodera y se contagia.
Más allá del consumidor: una red de compromiso
Uno de los valores añadidos de esta iniciativa es que no se dirigió únicamente a los consumidores. También involucró a pescadores, cadenas de distribución, centros educativos y medios de comunicación.
Las empresas participantes mostraron su compromiso no solo al incluir productos certificados en sus lineales, sino también con la difusión de su participación en la iniciativa, facilitando información a los consumidores e integrando el mensaje en su comunicación.

El poder del Sello Azul de MSC
El Sello Azul de MSC es una de las herramientas más eficaces para identificar productos del mar obtenidos de forma sostenible. Se basa en tres principios:
- Estado saludable de las poblaciones de peces: las capturas deben estar dentro de límites que garanticen su regeneración.
- Impacto ambiental reducido: las prácticas de pesca deben minimizar los daños a otras especies y hábitats marinos.
- Gestión eficaz y transparente: las pesquerías deben estar reguladas por sistemas que aseguren el cumplimiento de criterios científicos.
Gracias a este enfoque, muchas pesquerías han podido mejorar sus prácticas, lograr reconocimiento internacional y mantener su actividad económica sin comprometer el equilibrio del ecosistema.
Casos que inspiran
España es un país con ejemplos destacados de pesquerías certificadas. Así, la anchoa del Cantábrico pasó de estar al borde del colapso en 2005 a convertirse en un referente internacional de pesca sostenible, gracias a una gestión basada en la ciencia y en el trabajo conjunto entre pescadores, administraciones y comunidad científica.
Otro ejemplo es la pesca del bonito del Norte, que se realiza de forma artesanal con caña, evitando capturas accidentales y respetando los fondos marinos. También el atún tropical, capturado con técnicas que minimizan el impacto sobre especies vulnerables como tortugas o tiburones, ha sido certificado por su buen desempeño ambiental.
¿Por qué importa tanto?
Porque los océanos no son inagotables. Más del 35 % de las poblaciones de peces del mundo están sobreexplotadas, y si esta tendencia no se revierte, no solo se pondrá en riesgo la biodiversidad marina, sino también la seguridad alimentaria global.
Según estimaciones, si todas las pesquerías se gestionaran de forma sostenible, se podrían obtener 16 millones de toneladas más de pescado cada año, cubriendo las necesidades de millones de personas en nutrientes esenciales como proteínas, hierro, omega 3 y vitamina B12.
Una llamada que sigue vigente
Aunque la iniciativa ya ha concluido, su mensaje sigue más vigente que nunca. El océano necesita defensores en cada rincón del planeta. Y uno de los mejores lugares para empezar es el supermercado.
Hacer check por el océano es apostar por una alimentación que respeta al planeta, apoyar a quienes trabajan bien, proteger los ecosistemas y garantizar que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de la riqueza del mar.
Porque proteger el mar no empieza en altamar. Empieza en la cesta de la compra.