Por primera vez se ha constatado la migración de un pez espada en el océano Atlántico desde aguas tropicales hacia el sur. Lo han hecho investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO), que destacan que este hallazgo puede ayudar a conservar mejor esta especie sobreexplotada.
El centro oceanográfico de La Coruña recibió la semana pasada un pez espada que había sido marcado hace cinco años por el equipo de Grandes Pelágicos Oceánicos del IEO, por lo que se trata del ejemplar que más tiempo ha pasado en libertad desde su marcado hasta su recaptura por parte de un barco de pesca namibio en el Atlántico Sur el pasado mes de febrero, a más de 2.000 kilómetros del lugar donde fue marcado.
Los investigadores del Instituto afirman que este ejemplar aportará información valiosa que empezará ahora a analizarse. Dicen que el crecimiento experimentado por el pez en este lustro coincide con las estimaciones de las tablas de crecimiento para estos peces, las cuales se basan en el estudio de los anillos de crecimiento formados en las espinas. Cuando fue marcado -en enero de 2004 frente a las costas de Brasil- por el barco palangrero español «Ana Barral», el ejemplar sólo medía 75 centímetros y pesaba cinco kilos. Tras ser capturado por el barco namibio, se constató que medía 175 centímetros y pesaba unos 72 kilogramos.
Los científicos del IEO insisten en que es la primera vez que con estas técnicas se confirma en el Atlántico sur un movimiento migratorio de estas características, del que ya sospechaban desde hacía décadas aunque hasta ahora no se había corroborado.