Cuánto dura un colchón y cómo deshacerse de él para que pueda ser reciclado

Un colchón puede durar en óptimas condiciones entre 8 y 10 años. Alrededor del 90 % de sus componentes pueden tener una segunda vida si se procesan de forma adecuada
Por Sonia Recio 21 de febrero de 2024
cómo reciclar un colchón
La duración de un colchón está vinculada al uso y a la calidad de los materiales empleados en su fabricación, como muelles, látex, poliuretano o viscoelástico. La Asociación Española de la Cama (Asocama) recomienda cambiarlo, como máximo, cada 10 años. Señales como hundimientos o ruidos inusuales son claros indicadores de que el final de la vida útil del colchón está próximo. Cuando llega ese momento, muchas personas optan por desecharlo en la calle o depositarlo en vertederos ilegales, lo que complica la posibilidad de dar una segunda oportunidad a los materiales con los que está fabricado. Y es que nada menos que el 90 % son completamente reciclables. Iniciativas innovadoras de reciclaje, como la emprendida en Puertollano (Ciudad Real), buscan cambiar esta tendencia, como descubrirás en estas líneas donde también veras cómo alargar la vida de un colchón y qué tienes que hacer para reciclarlo.

¿Cuánto dura un colchón? 

Un colchón tiene una duración media de entre ocho y diez años: a partir de ese tiempo ya no será ni confortable ni higiénico, tal y como advierten desde Asocama. Sin embargo, este período no es completamente preciso, ya que hay distintos factores pueden acelerar o ralentizar la degradación del colchón. Elementos como la calidad de los materiales, el proceso de fabricación, el uso o las condiciones ambientales desempeñan un papel crucial en su vida útil.

Por ejemplo, un colchón destinado a un niño puede deteriorarse con más rapidez debido a actividades no relacionadas con el sueño, como saltar sobre él, o a incidentes inevitables, como escapes de orina. En cambio, un colchón de una casa vacacional, en la que apenas se pernocta, podría alcanzar con facilidad las dos décadas de uso con el adecuado mantenimiento.

¿Qué tipos de colchones hay?

Existen diversos tipos de colchones. Tal y como informan desde Asocama, los más utilizados incorporan la tecnología de muelles combinada con múltiples capas de confort para asegurar una mayor comodidad. También observan una creciente tendencia hacia el uso de acolchados con una capa de látex o de espumas viscoelásticas.

En la categoría de colchones de muelles, hay distintas variantes según la estructura y diseño de los muelles. Estos pueden ser bicónicos, con una disposición en forma de reloj de arena; de hilo continuo, formados por un único alambre entrecruzado que define la forma de los muelles; y ensacados, donde los muelles se disponen en una estructura similar a un barril y están encapsulados de forma individual en bolsas textiles.

Además, los colchones pueden ser de látex, obtenido de la savia del árbol del caucho o producidos de manera sintética; de espuma de poliuretano de alta resistencia, caracterizados por una estructura compuesta por celdas de diversos tamaños y formas; y viscoelásticos, que reaccionan al peso y temperatura del cuerpo ofreciendo un soporte adaptable.

¿Qué hacer para alargar la vida útil de un colchón?

mantenimiento del colchón
Imagen: bymuratdeniz / iStock

Los colchones, clasificados como productos textiles, durarán más si realizamos un mantenimiento adecuado y periódico. Estas son algunas recomendaciones:

  • Protégelo con una funda transpirable e impermeable.
  • Ventila el colchón a diario retirando las sábanas. Lo idóneo es hacerlo durante 10 minutos con las ventanas abiertas para permitir la circulación del aire.
  • Lava las sábanas, fundas de almohadas y protectores: ayuda a prevenir la acumulación de ácaros del polvo y alérgenos.
  • Gira el colchón al menos dos veces al año. Si tiene dos caras, además, voltéalo de pies a cabeza.
  • Asegúrate de que el colchón repose sobre una base o somier adecuado.
  • Evita sentarte en los bordes para evitar hundimientos prematuros.
  • Realiza una limpieza en profundidad periódicamente para prevenir la presencia de ácaros, especialmente si tienes alergias.
  • Evita la humedad en la habitación, ya que favorece la aparición de hongos.

¿Qué señales indican que hay que cambiar un colchón?

Aunque el colchón pueda parecer estar en perfectas condiciones, hay señales claras que sugieren la necesidad de considerar su reemplazo:

  • Despertar con molestias en la espalda, cuello o articulaciones.
  • Hundimientos o deformidades notables, especialmente en las áreas de mayor uso.
  • Emisión de ruidos molestos al moverse, como crujidos, chirridos u otros sonidos.
  • Rebote excesivo o generación de ondas con cada movimiento.
  • Sensación de incomodidad y dificultad para encontrar una posición confortable.
  • Mal olor persistente, a pesar de lavar las sábanas regularmente.
  • Aumento de alergias, ya que los colchones antiguos pueden convertirse en refugios para ácaros del polvo, bacterias, moho y otros alérgenos.

¿Dónde deshacerse de un colchón usado?

cómo reciclar un colchón viejo
Imagen: Kerstin Riemer

Deshacerse del colchón viejo, aunque pueda parecer una tarea imposible, es más sencillo de lo que podemos pensar.

  • Al adquirir un nuevo colchón, solicita al vendedor que retire el antiguo. Aunque no tienen obligación, muchos establecimientos, sobre todo las tiendas físicas, ofrecen este servicio.
  • Utiliza los servicios municipales de recogida de residuos o llévalo a un punto limpio. Algunos ayuntamientos tienen días específicos para la retirada de objetos voluminosos, mientras que en otros lugares puedes pedir la recogida llamando por teléfono o a través de Internet.
  • Considera la opción de venderlo, si está en buen estado.
  • Dona el colchón a organizaciones como Gratix, Nolotires, Freecycle o Telodoy, o a ONG como la Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria (AERESS).

Reciclar un colchón: una tarea posible y necesaria

Cerca del 90 % de los materiales de un colchón son reutilizables y reciclables. Según la empresa Servicios Medioambientales de Valencia (SMV), el reciclaje de colchones permite recuperar diversos materiales. 

  • El poliuretano, al desmenuzarse mecánicamente, se convierte en rellenos, aislantes o subproductos mediante compactación con adhesivo. 
  • La madera se recicla en astillas, útiles para calefacción, serrín, virutas para el cuidado de animales y en la fabricación de tablones de aglomerado. 
  • Los resortes de metal pueden fundirse y reintegrarse como material reciclado.
  • La tela que recubre el colchón se reutiliza en textiles de bajo nivel y contribuye a la generación de electricidad en la industria de biocombustibles.

Segunda vida a los materiales de los colchones

En España se desechan unos 3.000 colchones al año y solo el 10 % se recicla. Más del 50 % de estos colchones están compuestos de espuma de poliuretano, un material que también se encuentra en el 85 % de los colchones comercializados. 

Para abordar esta problemática, se ha inaugurado en Puertollano (Ciudad Real) la primera planta especializada en el reciclaje químico de esta espuma extraída de colchones usados. Este proceso innovador transforma el poliuretano en nuevos colchones, cojines, asientos de vehículos y rellenos de sofás y sillones.

El proyecto, bautizado como RECPUR y liderado por Repsol, ya ha logrado dar una segunda vida a 50 toneladas de colchones. Su meta es procesar alrededor de 2.000 toneladas al año cuando esté operando a plena capacidad. Si se colocaran en fila, estos colchones cubrirían, aproximadamente, 380 kilómetros de distancia. 

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