El comercio de peces exóticos pone en peligro su supervivencia, según un informe de la ONU

Más de 20 millones de estos animales se capturan cada año para satisfacer la demanda en Europa y EE.UU.
Por EROSKI Consumer 17 de noviembre de 2003

La extinción amenaza a algunas de las especies de peces más atractivas y exóticas que habitan en aguas tropicales por la práctica de convertirlas en mascotas, según concluye el informe de Naciones Unidas «Desde el océano al acuario: el comercio global de adornos marinos», presentado en el centro de seguimiento del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), con sede en Cambridge (Gran Bretaña). Según este trabajo, más de 20 millones de estos animales, junto a otros diez que pertenecen a distintas formas de vida acuáticas, son capturados todos los años para satisfacer las necesidades de los mercados europeo y estadounidense.

«El comercio global de especies marinas constituye un riesgo significativo para muchos ecosistemas. También representa, sin embargo, una gran fuente de ingresos para las comunidades pesqueras de los países en vías de desarrollo», afirma Klaus Toepfer, director del PNUMA.

Con respecto a esto último, el estudio de la ONU revela que el valor de esta industria, concentrada principalmente en Asia suroriental, se estima en varios millones de euros anuales. En las Maldivas, por ejemplo, un kilo de peces para los acuarios supera los 500 euros, mientras que la misma cantidad de un pescado comestible apenas llega a seis. Asimismo, el comercio de coral vivo genera unas ganancias de 7.000 euros por tonelada; el que se emplea, por contra, para hacer piedra caliza no llega ni a los 60.

El ejemplo que pone la ONU para cuantificar el volumen y la importancia del «negocio de los acuarios» es el de Sri Lanka, donde esta actividad aporta casi seis millones de euros anuales al país y proporciona trabajo a más de 50.000 personas con un nivel de renta bajísimo. El informe, sin embargo, tacha de «no sostenibles» y «peligrosos» algunos de los métodos empleados para la pesca de peces tropicales.

«Los pescadores de países como Indonesia usan el cianuro de sodio para capturar a los peces», afirma Colette Wabniz, una de las responsables del informe. Esta científica asegura que «se vierten dosis letales» de esta sustancia al arrecife para «marear a las especies marinas» y facilitar así su pesca. «Esto -precisa- provoca la muerte a muchas de ellas y contamina de forma muy considerable los ecosistemas explotados para este fin».

El informe de Naciones Unidas destaca que el pez damisela, de tonos azules y verdosos, es uno de los más solicitados por los amantes de los acuarios. Sin embargo, el que ocupa el primer lugar en la lista de preferencias de los coleccionistas marinos es el pez payaso, una especie tropical muy demandada.

Según los expertos medioambientales de la ONU, «los 20 millones de peces que se exportan anualmente a Europa y Estados Unidos pertenecen a 1.471 especies diferentes». Los moluscos, los langostinos y las anémonas representan otras formas de vida marina que también cuentan con una fuerte demanda.

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