La Comisión de Calidad Ambiental del Estado de Texas (EE.UU.) ha hecho pública una declaración en la que acusa a la petrolera Exxon Mobil de hasta 15 denuncias por violación de las leyes que limitan las emisiones contaminantes durante el funcionamiento de la refinería que la compañía posee en la ciudad de Beaumont, y por el «fracaso» en la reparación y supervisión de sus equipos, así como en la instalación del equipamiento necesario para garantizar la seguridad de la planta.
Así, la Comisión obligará a pagar a la petrolera 150.00 dólares (algo más de 120.000 euros) en concepto de multa por este incumplimiento. «Las violaciones de estos parámetros máximos de contaminación se descubrieron durante una investigación rutinaria en 2002, cuando la refinería producía unos 363.000 barriles al día de refino», explicó la Comisión en un comunicado. Parte del dinero de la multa se destinará a mejorar la red de supervisión regional existente en la actualidad en el condado tejano de Jefferson.
Las compañías petrolíferas cada vez más en los últimos años actúan bajo la presión de las comunidades en las que operan y los ciudadanos que viven cerca de las refinerías, en particular en América del Sur.
Antes de este año, tanto Shell como BP se enfrentaron a grupos de presión como la organización ecologista Amigos de la Tierra, que en colaboración con comunidades afectadas por estos efectos negativos se han dedicado a controlar y a hacer informes sobre las emisiones de refinerías, «a menudo viejas y en mal estado», diseminadas por todo EE.UU.