El petrolero «Prestige» continuó ayer derramando fuel al mar, tras la aparición de una grieta en un tanque, y amenaza con causar la mayor catástrofe ambiental de la historia en Galicia, superior a la provocada hace diez años por el también petrolero Mar Egeo en la costa gallega. Entretanto, un juez decretó ayer el ingreso en prisión del capitán del mercante, mientras el sector pesquero teme que los daños por la marea negra sean «irreparables» y reclama la declaración de «zona catastrófica».
La Comisión de trabajo creada por el Gobierno central y la Xunta de Galicia cifrará los daños causados por el vertido en un valor de siete millones de euros diarios y habilitará el próximo viernes, en la reunión del Consejo de Ministros, las partidas necesarias para abonar a los pescadores el dinero perdido a causa de la contaminación. Según informaron fuentes de la Abogacía del Estado, el Gobierno reclamará a la aseguradora británica (PI) 60 millones de euros de garantía y el resto, será aportado por el Fondo de Londres, un consorcio dependiente de Naciones Unidas.
El «Prestige» permanecía ayer a 72 millas de la costa gallega sin máquinas ni tripulación y asistido por cuatro remolcadores para impedir que varíe su posición en la medida de lo posible. La situación empeoró por la tarde cuando otro de los tanques centrales se agrietó y comenzó a verter su contenido al mar, según informó el director de la Marina Mercante, José Luis López Sorts, que también señaló que el barco está a punto de partirse. El boquete en el casco es de 50 metros de largo por 10 de ancho.
Estado de alerta
La marea negra sigue contaminando la costa de Galicia desde Finisterre hacia La Coruña, donde ayer el ayuntamiento decretó el estado de alerta. Salvamento Marítimo ha desplegado ya 18.000 metros de barreras de protección para evitar que el combustible, que ha contaminado ya casi 40 kilómetros de playas, penetre en las rías de A Coruña, Ares, Betanzos y Ferrol.
El director general de Marina Mercante destacó, no obstante, que el fuel-oil que suelte ahora el petrolero, «llegaría enormemente difuminado» a las costas gallegas. Por ello, subrayó que «es una gran suerte» que ahora el petrolero esté a 72 millas de la costa, porque «todo lo que pueda soltar, se difuminaría enormemente al llegar aquí». Así, indicó que no se puede hablar de marea negra, porque «son manchas negras» dispersas, aunque admitió que «causarán perjuicios muy grandes a los pescadores».
Remolcador chino
Un remolcador chino, que llegó a las cinco de la tarde al puerto de Vigo, tenía previsto desplazarse anoche a la zona en la que se encuentra el «Prestige» para asumir la conducción del buque hasta la línea de seguridad de 120 millas trazada por las autoridades españolas.
Según confirmaron fuentes de la Capitanía de A Coruña, este remolcador chino ha sido contratado por el armador para hacerse cargo del buque. En este sentido, apuntaron que el objetivo es trasladar el petrolero hasta las costas de África, donde las aguas son más tranquilas, para poder hacer el trasvase del fuel a otros buques. El objetivo de la casa armadora es recuperar la carga. Además, señalaron que si el remolcador asume la tracción del petrolero, podría superar las 120 millas en la madrugada del martes.
Por otra parte, marineros de la fragata Baleares, que se encuentra en la zona, subieron a bordo del «Prestige» para buscar documentación. Las autoridades españolas desconocen aún la composición del fuel-oil que transporta el petrolero. Los técnicos de Salvamento Marítimo presuponen que se trata de restos de refinerías rusas para obtener más combustible en otras refinerías con una tecnología más sofisticada.
Denuncias ecologistas
Mientras, los grupos ecologistas destacados en las costas gallegas para determinar el alcance del desastre ecológico por el vertido de fuel, denunciaron «una evidente» falta de medios y un aumento de aves afectadas por el hidrocarburo.
Un portavoz de la organización ecologista Greenpeace criticó «una evidente» falta de medios para paliar los efectos de la marea de fuel-oil, cuyos daños aumentaron ayer significativamente. Este portavoz explicó que lo preocupante de esta falta de medios es que continúa diez años después del desastre del petrolero Mar Egeo y «seguimos igual», dijo.
Esta organización ecologista expresó «indignación por la desidia» del Gobierno y de la Xunta para adoptar las medidas preventivas y de control necesarias que hubieran evitado la catástrofe.
Las autoridades, según Greenpeace, han mostrado «abandono» en la disposición de un sistema de emergencia adecuado para responder ante una catástrofe de estas características. «No es fácil entender cómo a pesar de haber tenido una década para actuar, no se ha hecho nada».
La organización ecologista SEO/Birdlife, por su parte, relató «un panorama bastante feo», con un aumento de aves afectadas por el fuel-oil, principalmente gaviotas y alcatraces, que están siendo recogidos y enviados a los centros de recuperación, aunque, dijo, no hay personal suficiente para hacer esta tarea, por lo que las dificultades se acrecientan a medida que pasan los días.
