El Servicio Geológico estadounidense estima que hay una probabilidad del 62% de que California sufra un gran terremoto antes de 2032

Los daños ocasionados en la zona por un movimiento sísmico de estas características superarían a los provocados por el huracán _Katrina_
Por EROSKI Consumer 12 de septiembre de 2005

La Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) de Estados Unidos ya detalló hace cuatro años cuáles serían las peores catástrofes que podrían golpear al país: un atentado terrorista en Nueva York, un huracán en Nueva Orleáns y un gran terremoto en la costa oeste. Sólo queda por materializarse esta última hipótesis.

Según concluyeron el Servicio Geológico Nacional (USGS) y otros científicos en un estudio, hay una probabilidad del 62% de que ocurra un terremoto de magnitud 6,7 o más fuerte, capaz de causar grandes daños, en la región de la Bahía de San Francisco antes del año 2032. El riesgo para Los Ángeles es apenas menor. «La posibilidad de un terremoto de grandes magnitudes es una certeza», sentenció Lucile Jones, jefa de la división de California del Servicio Geológico Nacional (USGS). «Puede suceder mañana, la semana próxima o cualquier día en los próximos 100 años», indicó.

Si esto ocurriera, las imágenes terribles vistas en estos días por el paso del huracán _Katrina_ en Nueva Orleáns podrían parecer poca cosa al lado de las que dejaría un sismo de gran magnitud en las áreas superpobladas de Los Ángeles o San Francisco. En parte, porque no habría ninguna advertencia ni mandatos de evacuación como hubo en Nueva Orleáns horas antes de que el devastador ciclón llegara a la costa estadounidense del Golfo de México.

Con más de 300 fallas sísmicas activas en el sur y la falla de San Andrés, que mide más de mil kilómetros de largo y se extiende hasta profundidades de 16 kilómetros, atravesando el estado, California es una bomba de relojería sísmica. Y todos los californianos temen a «El Grande» (Big One), como comúnmente se denomina a ese terremoto por venir.

Varios estudios presentaron un sombrío escenario para varias ciudades de California en caso de ser afectada por terremotos. En particular porque un 62% de la población vive en las áreas de mayores riesgos. Un terremoto en el área de «Los Ángeles podría dejar entre 3.000 a 18.000 muertos, 142.000 a 735.000 personas sin hogar y más de 250.000 millones en daños», vaticinó un estudio del USGS. Si San Francisco «volviera a ser azotada durante el día por un terremoto de magnitud 7,9, como en 1906, unas 5.800 personas perderían la vida», señaló otro informe.

Tras varios terremotos en los últimos años que han provocado numerosas muertes, California ha tomado serias medidas en edificios, escuelas, carreteras y hospitales para prevenir un desastre mayúsculo. «Pero aún queda mucho por hacer», dijo Jones. Sumida en una gigante crisis fiscal, California no pudo invertir los fondos necesarios para combatir a «El Grande», como lo indican varios informes de la Comisión del Programa de Riesgos de California.

Según Jones, «8.000 escuelas públicas y 900 hospitales en California no están en condiciones de enfrentar terremotos». Y aún quedan en el Estado «40.000 edificaciones construidas en base a hormigón armado no elástico», un material que no soporta movimientos y que era utilizado en los años 50, antes de que el estado impusiera estrictas normas constructivas.

Quizá una de las peores pérdidas para California sería el agua. «Somos un desierto e importamos agua a través de tres acueductos; los tres cruzan la falla de San Andrés, esto implica que podríamos quedarnos sin agua potable», advirtió Jones.

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