El presidente de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (CEPESMA), Luis Laria, ha comunicado que ha aparecido en la zona de costa asturiana Riberira Nova una ballena de unas 28 toneladas. El animal varado y muerto se halló al oeste del municipio asturiano de Tapia de Casariego.
La ballena, que fue avistada por el helicóptero Helimer Cantábrico hace unos tres días, «es la más grande» de las encontradas en el litoral de Asturias en los últimos diez años. Los tripulantes del helicóptero le perdieron la vista hasta que apareció en la costa asturiana. Laria calcula que la ballena murió hace unos 10 días aunque gracias a las bajas temperaturas se encuentra en buenas condiciones. El presidente de CEPESMA explica que el temporal de estos días pudo arribarla a la costa.
En estos momentos el principal problema al que se enfrenta CEPESMA, según ha explicado Laria, es el de la dificultad de acceso que tiene la zona para poder sacarla de allí. Las labores de recuperación del cadáver se tendrán que hacer con una grúa que sea capaz de levantar como mínimo 40 toneladas de peso, según Laria, que calcula que la operación tendrá un coste de unos 9.000 euros. Aunque también se baraja la posibilidad de descuartizar el ejemplar para aprovechar el esqueleto.
Hace ahora dos meses, un rorcual común se encontró varado en la localidad vizcaína de Bermeo. El cetáceo medía casi 20 metros y pesaba unas 60 toneladas, según aseguraron fuentes de la Sociedad para el Estudio y la Conservación de la Fauna Marina (AMBAR).
A mediados del mes de enero otra ballena muerta, de 12 metros de longitud, apareció flotando en aguas de la Bahía de Puerto de Cádiz tras ser arrastrada por un ferry de alta velocidad contra el que parece que colisionó. Las autoridades andaluzas optaron por trasladar el cadáver mar adentro.
