Entrevista

Francisco Casero, presidente de Ecovalia

Los productos ecológicos no son más caros que los convencionales
Por Alex Fernández Muerza 25 de enero de 2014
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Imagen: Ecovalia

Francisco Casero es el presidente de la Asociación Valor Ecológico (Ecovalia), una entidad sin ánimo de lucro que promueve desde 1991 la producción y el consumo de alimentos ecológicos. Casero recuerda que España lidera la producción ecológica en Europa y destaca que tiene ventajas no solo para el medio ambiente, sino también para la economía, la creación de empleo y la salud de los consumidores. El máximo responsable de Ecovalia sostiene, además, que estos productos no son más caros, y recomienda a los consumidores que den más importancia a la alimentación, porque su salud y bienestar depende de ello.

¿Qué destacaría de la producción ecológica de España?

España es líder europeo en superficie y número de productores. Sin embargo, quedamos muy alejados en su industria de transformación y su valor añadido.

Ustedes promueven el “consumo responsable”. ¿En qué consiste?

“España es líder europeo en superficie y número de productores ecológicos”
Los productos ecológicos son mucho más que evitar sustancias químicas de síntesis o respetar los ciclos biológicos. Los consumidores de productos ecológicos también fijan a la población rural, evitan contaminación de acuíferos, disminuyen los costes a la salud, crean un 30% más de empleo y mantienen un futuro para la agricultura y la ganadería en las generaciones venideras. Esto es consumo responsable.

¿Cómo convencería a los consumidores españoles para que compren productos ecológicos?

Al consumidor, con independiencia de que sea ecológico o no, no hay que convencerlo, hay que educarlo. El porcentaje que una familia invierte en alimentación disminuye año tras año. Vivimos en una sociedad donde se mira más el precio de la cesta de la compra que el último móvil, televisor o la marca de moda en vestir. La sociedad no valora lo necesaria que es la alimentación, su conocimiento y que es una inversión fundamental para nuestra salud.

Se dice que los productos ecológicos son más caros que los convencionales. ¿Es siempre así?

“Vivimos en una sociedad donde se mira más el precio de la cesta de la compra que el último móvil”
Taxativamente no. Los productos ecológicos no son más caros. Hace tiempo había en el precio un diferencial alto, pero ha disminuido con las nuevas vías de comercialización. Además, debemos respetar los ciclos biológicos para que el producto adquiera y transforme sus nutrientes. Esto conlleva más tiempo. Igualmente, con la edad mínima de sacrificio, son productos por completo diferentes y que por ende tienen su reconocimiento en el precio. ¿Cuánto cuesta la no acumulación de organofosforados y organoclorados en nuestro organismo? ¿Es admisible para nuestra salud? Todo ello sin hablar de la contribución de forma indirecta en la creación de empleo y riqueza ambiental.

¿Una alimentación ecológica es más sana que otra basada en productos convencionales? Si lo considera así, ¿en qué se basa para afirmarlo?

El hambre en el mundo es un problema de reparto de riquezas, no de la producción ecológica
Hablo de alimentación ecológica porque tenemos la confianza de que es así. En datos concretos trabajamos con Límite Máximo de Residuos cero (LMR 0). Es decir, no se admite ningún residuo, ya que no están permitidos los productos de síntesis química, ni la manipulación genética. Además, respetar los procesos naturales de crecimiento y maduración permite que aparezcan al completo las vitaminas como las de la serie B, y mayor presencia de carotenos y flavonoides, como antioxidantes. ¿Por qué hay que acondicionar las aguas de consumo humano por presencia de herbicidas, arrastrados por ausencia de cubierta vegetal? Las enfermedades derivadas de la alimentación son las que más crecen.

Los críticos de la producción ecológica señalan que es demasiado cara para abastecer a los ciudadanos, más aún en crisis, y que este tipo de producción no podría ser capaz de abastecer a toda la población mundial, cada vez mayor. ¿Qué les diría?

El hambre en el mundo no es un problema del sistema productivo. ¿El actual sistema es resuelto por la revolución de los químicos o los transgénicos? El hambre en el mundo es un problema de reparto de riquezas. ¿La industria convencional ofrece que se pueda repartir? Este es en realidad el problema.

¿Pero no es más limitada una producción ecológica?

Es ya manido el rol de merma de la producción. Es tan irreal como que mis nietos por consumir ecológico serán los más pequeños de la clase. Un problema fundamental, y que va en aumento, es que casi la mitad de la producción de cereales se utiliza para pienso, y que estamos aumentando el consumo de carne. Aquí está una de las claves para resolver parte del problema de abastecimiento futuro.

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