Gripe aviar: cuando la naturaleza se rebela

En los últimos meses, esta enfermedad que afecta a las aves ha crecido de forma alarmante: los brotes son cada vez más frecuentes y graves y de mayor extensión geográfica
Por Óscar Granados 1 de diciembre de 2025
gallinas corral gripe
Imagen: Steven Van Elk
Su nombre científico es Influenzavirus A, pero a pie de calle se la conoce como gripe aviar. Es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a las aves de corral, acuáticas y silvestres. Aunque ha estado presente durante siglos, con registros que se remontan a hace más de 100 años en Italia, la preocupación global se ha intensificado tras la detección de cepas con una alta capacidad para causar enfermedades graves, en particular del virus A (H5N1).

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No tiene precedentes. Ha afectado a millones de aves en todo el mundo y también se ha extendido a mamíferos”, afirman Elisa Pérez-Ramírez e Irene Iglesias, investigadoras del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA), en un informe publicado en Zoonosis. Estas cepas tienen una tasa de mortalidad en las aves de corral de un 75 %-100 %, por lo que con el fin de detener la propagación se ha puesto en marcha el sacrificio preventivo de los animales.

Un virus con muchas cepas

Para comprender mejor la gravedad de la cepa A (H5N1) y la forma en que estos patógenos se vuelven tan letales, es fundamental entender cómo se clasifican.

Los virus de la gripe aviar son específicos de las aves. Para diferenciarlos, se les asigna un nombre que sigue el formato HXNX. “Esta nomenclatura se basa en dos tipos de espículas (proteínas que el sistema inmunitario reconoce) que el virus tiene en su superficie: la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N)”, explica Ursula Höfle, investigadora en el grupo SaBio del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC, CSIC-UCLM), en Science Media Centre España.

Existe una gran variedad de estas espículas, con 17 tipos de H y 9 de N. La combinación de ambos genera un sinfín de subtipos virales. Estas espículas son cruciales, pues son la parte del virus contra la que están dirigidos los anticuerpos que desarrolla cualquier individuo infectado, sin importar la especie.

  • Históricamente, los virus de la gripe aviar circulaban silenciosamente entre las aves acuáticas, principalmente patos y gaviotas. De hecho, la mayoría sigue haciéndolo sin que les cause una enfermedad grave. Estos son los llamados virus de influenza aviar de baja patogenicidad.
  • Sin embargo, solo los subtipos que poseen espículas H5 o H7 pueden transformarse. “Cuando estos virus entran en explotaciones de aves de corral y se da una intensa transmisión en cadena entre muchos pollos o pavos, pueden mutar. Este cambio los convierte en versiones mucho más agresivas y letales, conocidas como virus de alta patogenicidad, que provocan una alta mortalidad”, detalla Höfle.
aves acuáticas gripe
Imagen: Hüseyin Ergül

¿Por qué la gripe aviar preocupa ahora?

La incidencia de la influenza aviar en las aves domésticas se ha disparado. “En los últimos 20 años, los brotes han sido cada vez más frecuentes, más graves y de mayor extensión geográfica”, reconocen Pérez-Ramírez e Iglesias. Las olas epidémicas más fuertes se registraron en los periodos 2005-2007 y 2015-2017. Pero la ola más reciente, que comenzó a finales de 2020, es la que ha tenido el mayor impacto.

La enfermedad se propaga principalmente a través de aves migratorias silvestres. Entre agosto y mediados de octubre de 2025 causó 56 brotes en una decena de países de la Unión Europea y en Reino Unido. Los países más afectados fueron Polonia —el mayor productor avícola de la UE—, España y Alemania, según la Agencia Francesa de Vigilancia de la Salud Animal (ESA).

Estos eventos han provocado la muerte de millones de aves de corral. La mortandad se debe a la infección directa o a los sacrificios preventivos realizados para evitar la propagación del virus. En España, se han sacrificado entre enero y octubre unos 2,5 millones de aves en diversas granjas de todo el país, aunque solo se ha detectado la enfermedad en 74.000 aves, según cifras del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Este aumento de brotes se debe principalmente a la intensificación de la industria avícola mundial. En los últimos 50 años, la población de aves de corral se ha multiplicado por seis, pasando de 5.700 millones a 35.000 millones, según el informe publicado en Zoonosis. Hoy en día, la densidad y la concentración de animales son muy altas, con explotaciones que albergan millones de aves. “Esta situación favorece la aparición de cepas de alta patogenicidad, extremadamente difíciles de controlar y erradicar”, resalta Ursula Höfle.

🐄 Gripe aviar: de las aves al ganado

Y la propagación a mamíferos es una realidad. A principios de 2024, cuentan Pérez-Ramírez e Iglesias, los ganaderos de Texas (EE. UU.) notaron que sus vacas producían menos leche, que además era más espesa, amarilla y parecía calostro. Las vacas también tenían fiebre y estaban inapetentes.

Tras dos meses de pruebas, el 25 de marzo, el Departamento de Agricultura estadounidense confirmó que la causa era el virus de la gripe aviar. Algunas pistas clave fueron la muerte de gatos y de aves silvestres enfermos en las granjas. Antes, el virus se había detectado de forma limitada en unas cabras en Minnesota.

El problema en las vacas se extendió rápidamente. A principios de julio de 2024, un total de 141 granjas lecheras en 12 estados estaban afectadas. Los análisis sugieren que hubo un único salto del virus de las aves a las vacas en Texas y, desde allí, se propagó por el país mediante el transporte de ganado infectado.

A diferencia de otros animales, en las vacas el virus se concentra principalmente en la leche, que presenta niveles muy altos. La infección afecta directamente el tejido de la ubre y la transmisión por aire (respiratoria) parece menor. Se cree que los equipos de ordeño son una vía importante de contagio entre vacas, dada la alta concentración de virus en la leche, pero se requiere más investigación para comprender plenamente su propagación, aclaran.

España ya no es un país libre de influenza aviar

Para poner freno a la expansión de la gripe aviar en las aves de corral, los países más afectados han puesto en marcha una serie de medidas que afectan a numerosas zonas. España, por ejemplo, prohibió el pasado mes de noviembre la cría de aves de corral al aire libre para evitar la propagación del virus.

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Imagen: Vlad Ioan

Pero antes, el 18 de julio de 2025, España perdió el estatus de país libre de influenza aviar, que se mantenía ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) desde 2023. Se produjo después de que las autoridades veterinarias de la Junta de Extremadura notificasen un nuevo foco del serotipo H5N1.

La detección ocurrió en una explotación de pavos de engorde, ubicada en Ahillones, Badajoz. La granja afectada albergaba aproximadamente 7.000 aves de 60 días de edad. Inmediatamente después de la confirmación, se adoptaron medidas de control urgentes. Esto incluyó la inmovilización inmediata de la explotación afectada y de todas las granjas dentro de un radio de 10 kilómetros. Se procedió al sacrificio de las aves infectadas y a la de destrucción de los cadáveres y del material contaminado, según los procedimientos oficiales.

Además, se decidió el sacrificio preventivo de otra explotación de pavos, con un censo de 5.000 aves, ubicada a solo 100 metros de la zona afectada, debido al altísimo riesgo. De esta forma, se estableció una zona de restricción de tres kilómetros (protección) y de tres a diez kilómetros (vigilancia) para inspeccionar y reforzar la bioseguridad en todas las explotaciones cercanas.

🐔 También en 2022

No es la primera vez que España pierde su certificación sanitaria internacional por la gripe aviar. De hecho, el incidente actual tampoco es el más grave. En 2022, el país registró 37 focos en aves domésticas, concentrados principalmente en Andalucía. Esto provocó la retirada de su estatus de país libre de la enfermedad.

Tras controlar los brotes, y después de que se detectara un último foco en Lleida en febrero de 2023, España recuperó oficialmente la certificación el 11 de marzo de 2023. Desde entonces, y hasta la reciente detección de nuevos brotes, había logrado mantener esa condición.

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