Los casos de gripe aviar aumentan en Europa: estos son los principales datos

Con nueve millones de aves afectadas y más de 3.600 brotes en aves silvestres y domésticas, la epidemia de gripe aviar en 2020-2021 fue una de las mayores hasta la fecha en la Unión Europea
Por EROSKI Consumer 17 de diciembre de 2021
gripe aviar en españa 2021

La influenza aviar (IA) fue una de las peores epidemias para el sector avícola europeo en la temporada 2020-2021. Esta enfermedad viral, más conocida como gripe aviar, tiene un impacto negativo altísimo en el sector productivo. Por esa razón, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha pedido a las comunidades autónomas que refuercen las medidas de prevención. En este artículo te explicamos qué es esta enfermedad, qué impacto tiene y cómo prevenirla y protegerse.

¿Qué es la gripe aviar?

La gripe aviar es una enfermedad muy contagiosa. Afecta tanto a las aves domésticas como a las aves silvestres, aunque estas últimas actúan como reservorios naturales del virus que la provoca, y que pertenece al género Influenza virus A. De forma general, los virus de influenza aviar se agrupan en tres tipos: A, B y C. El tipo A es el único que infecta a las aves y es zoonótico, lo que significa que puede infectar a las personas.

¿Afecta solo a las aves?

No. La influenza aviar afecta, sobre todo, a las aves, tanto domésticas como silvestres (las silvestres actúan como reservorios naturales del virus), pero también se han aislado virus de influenza aviar en algunas especies de mamíferos, como ratas, ratones, comadrejas, hurones, cerdos, gatos, tigres, perros, caballos… Y en el ser humano.

Es verdad que estos casos son menos frecuentes, pero ocurren. De hecho, como nos recuerdan desde Elika, durante el siglo pasado, estos virus han causado al menos tres pandemias en humanos, contribuyeron a la diversidad de virus de influenza porcina en cerdos y también produjeron uno de los dos virus de influenza canina que ahora circulan entre los perros.

¿Por qué preocupa la influenza aviar?

La influenza aviar representa un riesgo para la salud pública: es una zoonosis, con lo que puede afectar al ser humano. Si bien estos virus afectan sobre todo a las aves, en algunas ocasiones han cruzado la barrera de las especies para infectar a los humanos. «Con frecuencia se crean nuevas cepas de virus de IA, lo que significa que existe un riesgo constante de que una de las nuevas cepas se propague fácilmente entre las personas«, apuntan los expertos de Elika.

Además, la influenza aviar altamente patógena (IAAP) puede causar estragos en el sector productivo. En la temporada 2020-2021, la epidemia de gripe aviar fue una de las mayores hasta la fecha en la Unión Europea, y los datos más recientes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) son claros. En concreto, ha habido:

  • 9 millones de aves afectadas.
  • 1.298 brotes en aves de corral.
  • 2.394 brotes en aves silvestres en 31 países europeos.
  • 85 casos en aves cautivas.

¿Cómo se puede prevenir?

Como es natural, la mayor parte de las recomendaciones de prevención van dirigidas a los productores del sector avícola, pero esto no significa que las personas en general seamos ajenas al riesgo o que no podamos adoptar medidas para evitar la propagación de estos virus. Una de ellas, por ejemplo, es evitar el contacto directo con aves silvestres, como patos, gaviotas o palomas.

Como explican desde Elika, «las aves silvestres, especialmente aves acuáticas, gaviotas y aves playeras, son huéspedes y reservorios naturales para todos los tipos de virus de influenza aviar y desempeñan una función importante en la evolución, el mantenimiento y la propagación de la enfermedad mediante el contacto directo con aves de corral. Este parece ser el factor de transmisión más probable, por lo que es fundamental limitar el contacto entre aves silvestres y de corral mediante confinamiento y otras medidas de bioseguridad».

En opinión de los expertos, esto puede ser clave para «disminuir el riesgo de evolución hacia formas de alta patogenicidad, evitar la exposición y la infección de humanos, y la recombinación con componentes de virus humanos que generarían virus que podrían infectar al hombre y transmitirse fácilmente entre humanos y con carácter potencialmente pandémico».

A su vez, el MAPA hace hincapié en la necesidad de reforzar las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas. Los principales consejos son los siguientes:

  • Evitar el contacto directo e indirecto con aves silvestres.
  • Reforzar la vigilancia pasiva tanto en explotaciones avícolas como en aves silvestres.
  • Notificar a los servicios veterinarios oficiales cualquier sospecha de enfermedad de forma inmediata.
  • Incrementar la sensibilización de ganaderos, veterinarios de explotación, cazadores y toda la población en general sobre IAAP, sus medidas de precaución y los mecanismos de notificación de aves enfermas o muertas encontradas en la naturaleza.
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