Incautados en Madrid más de 110 kilos de pelo de elefante africano

El comercio de partes de este animal está sujeto al convenio CITES para especies protegidas
Por EROSKI Consumer 7 de junio de 2003

La Operación «África» del Servicio para la Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) culminó esta semana con la incautación en Madrid de más de 110 kilos de pelo de elefante africano, especie en vías de extinción, cuyo comercio, como el de otras partes del animal, está sujeto a las reglas del convenio internacional CITES para especies protegidas. Según las estimaciones de los técnicos, el pelo y otras 181 piezas de joyería elaboradas con este material podrían provenir de más de 1.000 ejemplares, previamente sacrificados.

Las investigaciones arrancan de la comunicación de la Policía Municipal de Madrid al Seprona de la posible existencia de pelo de elefante a la venta en un establecimiento de la capital. El análisis de la documentación hallada condujo a un almacén de un polígono industrial de Rivas Vaciamadrid, cuyo propietario carecía del preceptivo permiso de importación de alguna de las aduanas españolas. De los imputados, dos son los dueños de la nave donde se localizó la mayor parte del género y el tercero, el titular de una joyería madrileña donde se comercializaba.

Junto a los 110 kilos de pelo de elefante y las 181 piezas de joyería del mismo material, el Seprona intervino también, entre otros elementos, un diente de león, 27 garras de oso y otras joyas elaboradas con uñas de plantígrado.

El elefante africano (Loxodonta Africana) se encuentra entre las especies más amenazadas del mundo por la caza furtiva para el tráfico de marfil y por la pérdida progresiva de grandes extensiones de su hábitat natural, la sabana. Su inclusión en el convenio CITES garantiza la lucha contra el contrabando de ejemplares o, como en este caso, de partes del animal.

Además del marfil de sus colmillos -la pieza más codiciada de estos animales para su uso en joyas, adornos e incluso teclas de piano-, también se comercia con elementos como el pelo de la cola, empleado en joyería, engarzado en metales nobles, caso del oro y la plata; la piel, en ornamentación; y la carne, habitualmente para consumo de las comunidades africanas de origen.

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