El buque «Don Pedro», que desde el 11 de julio de 2007 permanece hundido frente al puerto de Ibiza, seguirá así por el momento. Ante las dificultades para reflotarlo, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha decidido dejar el pecio en el fondo del mar, lo que ha provocado el rechazo de los ecologistas.
Ecologistas en Acción, GEN-GOB, Greenpeace y WWF han advertido de las negativas consecuencias de esta decisión. Y es que el «Don Pedro» todavía contiene en su interior entre 10.000 y 15.000 litros de combustible, además de otros materiales contaminantes, por lo que «de mantenerse hundido será una fuente de contaminación constante para el Parque Natural de Ses Salines», catalogado por la Unión Europea (UE) como «Lugar de Importancia Comunitaria» por la presencia de delfines mulares, tortugas bobas, pardela balear o praderas de Posidonia.
Por ello, estas organizaciones consideran «imprescindible» el reflotamiento del barco y que se asegure que su reciclado se realiza «con todas las garantías ambientales». A su juicio, sería «un mal precedente establecer la política de mantener los buques siniestrados en el fondo del mar y seguir considerando nuestros mares como vertederos, especialmente en espacios protegidos».
Los ecologistas recuerdan que el Ministerio había asegurado que la decisión sobre el futuro del «Don Pedro» no estaría condicionada por factores económicos, sino «por encontrar las mejores soluciones que aseguren la salud de los ciudadanos, la seguridad marítima y la conservación de los ecosistemas marinos».
Además, aseguran que la naviera Iscomar, propietaria del buque, «no ha pagado ni un solo euro por las labores de limpieza y descontaminación». «Con la decisión tomada por el Ministerio, parece que, además, tanto la naviera como la aseguradora se librarán de pagar los costes que supondría extraer el buque», denuncian.
