Más del 80% de los árboles en los bosques españoles muestran un estado saludable

En 2010, solo se registró un mínimo de arbolado muerto debido a cortas sanitarias
Por EROSKI Consumer 3 de febrero de 2011

El 85,4% de los árboles en los bosques españoles mostraron un aspecto saludable en 2010, mientras que sólo un 12,2% presentaba daños con defoliaciones superiores al 25%. Estos datos reflejan la mejoría del estado general del arbolado respecto a años anteriores, según lo constata el «Inventario de Daños Forestales 2010» elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).

La mejoría en el estado de salud del arbolado fue más notable en los bosques frondosos, con un 83,3% de los árboles sanos frente a un 79,3% en 2009 y algo menos acusado en las coníferas, con un 86,9% de arbolado sano (85,1% el año anterior). Además, se constató solo un mínimo de arbolado muerto debido a cortas sanitarias y fruto de aprovechamientos forestales, así como a procesos de decaimiento derivados del fuerte déficit hídrico que afectó al arbolado en años anteriores.

El inventario del MARM también refleja una significativa disminución de los agentes que habitualmente afectan a los bosques, muy apreciables en los daños por sequía y, en menor grado, por insectos. Los daños por procesionaria y por defoliadores primaverales de frondosas también disminuyeron de forma importante con respecto a años anteriores.

Los datos relativos a los incendios forestales y la acción del hombre aumentaron de forma ligera, así como las anotaciones de perforadores (cerambícidos y bupréstidos), cochinillas y algún ataque puntual de insectos poco relevantes a escala global. Se mantuvieron los procesos degenerativos en pinares de radiata y de nigra, así como presencia generalizada de chancro y tinta en los castañares. Los niveles de crecimiento de la masa forestal, y los indicadores de su estado vital indican que la mejoría apreciada hace que la capacidad de defensa del arbolado frente a agentes adversos fue mucho mejor el año pasado que en los anteriores. Después de valorar todos estos datos, el MARM ha destacado que no se detectaba «una bonanza tan clara en el estado de salud de nuestros bosques desde el año 2004».

Precipitaciones y temperatura

El inventario atribuye esta mejoría al clima y, sobre todo, a la cantidad y distribución de las precipitaciones, con un régimen pluviométrico que, entre el otoño-invierno del 2009, «ha jugado un papel fundamental en la evolución del estado de salud de los bosques». A esto hay que sumar las bajas temperaturas extremas registradas de forma puntual en el invierno, las cuales tuvieron un efecto letal en las poblaciones durmientes de insectos defoliadores y perforadores, que vieron mermado por tanto su potencial biótico durante 2010.

El departamento dirigido por Rosa Aguilar señaló que también fue decisivo el papel de las administraciones forestales, tanto a nivel nacional a través del MARM como autonómico mediante los órganos competentes responsables de las comunidades autónomas, en el mantenimiento de la vitalidad de los bosques. Las operaciones selvícolas de limpieza de monte, el fomento de masas mixtas, el combate puntual de organismos de cuarentena y el desarrollo de métodos de control biológico y biotécnológico «son elementos fundamentales para el control de los agentes que ponen en peligro el equilibrio dinámico del bosque», añadió.

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