Fabricantes de pilas y empresas de recogida y reciclado han creado la asociación sectorial europea «Recharge», con el objetivo de impulsar el reciclado de baterías, implantar las recargables y sensibilizar al consumidor, según informó ayer la empresa francesa Uniross.
Este proyecto tendrá tres líneas de actuación: simplificación de la recogida y reciclado de las pilas, formación del consumidor sobre las ventajas de las baterías recargables, y actuación unificada de fabricantes, distribuidores y organizaciones de recogida y reciclado ante la Comisión Europea, señaló Uniross.
La empresa francesa recordó que en Europa la venta de baterías de uso doméstico representa más de 160.000 toneladas al año, de las cuales sólo se recoge para su reciclado un 20%; cerca de 15.000 millones de pilas se tiran anualmente a los vertederos. Por su parte, el índice de reciclado para las baterías recargables es mayor, un 33%.
Atendiendo a estas cifras, «Recharge» pretende, según Uniross, incrementar las tasas de recogida y reciclado, y aplicar a todo el proceso políticas conformes a los principios de desarrollo sostenible. En cuanto a la promoción del uso de pilas recargables, indicó que su implantación definitiva en el mercado «permitirá un notable ahorro de recursos».
Una batería recargable tiene una vida útil de unos siete años, mientras que una tradicional apenas llega a los dos años. En dispositivos digitales como cámaras o reproductores MP3, las recargables «pueden durar hasta cuatro veces más» que las estándar, apuntó la empresa francesa.
Esto significa que las pilas recargables suponen un ahorro para las economías domésticas. Uniross estimó que la sustitución de las pilas tradicionales por éstas «implica un ahorro de hasta 1.000 euros por año». Además, añadió, son la opción más beneficiosa para el medio ambiente.
